El que diga que no ha tenido nunca miedo, sencillamente miente.
El miedo está en tantos aspectos de nuestra vida, presente desde niños con los monstruos debajo de la cama a forma de cliché, pasando por quedarnos sin nuestros padres, la oscuridad o un payaso macabro.
Cuando crecemos, se disparan esos miedos, muchos radican precisamente en eso, en crecer, envejecer, el paso de los años; para unos arrugas en el rostro, para otros no sentirnos conformes con lo que hacemos a lo largo del camino, no cumplir metas o equivocar la ruta.
Puedo nombrar infinidad de miedos, pero hoy quiero, enfocarme tal vez en uno en particular; miedo a equivocarse.
Tal vez tendría que escribir estas letras cuando tenga 90 años y esté en mi mecedora con algo más adelantado tecnológicamente que una tablet. Pero, llega un momento en el cual me pregunto ¿cuánta gente de mi edad tiene miedo a equivocase?, de todas las generaciones, y tal vez una palabra de aliento creo que ayude.
Dudo que exista el remedio perfecto, -un Quita miedo Plus- pero si existe el saber que el tiempo es ya, no esperemos a mañana porque el futuro es hoy y la vida es nuestra.
Sea por viajes, amores, empleos, estudios, familia, el miedo a fallar siempre nos tocará a la puerta, es lógico, humano, normal y hasta bueno que suceda, pero queda en nosotros el abrirle o no.
Nunca abandonemos nuestros sueños, tracemos metas y vamos a tenerlas como norte, pero mientras tanto, en la camino vivamos la vida.
Por: María Beatriz Frías – Muñoz
@BeFriasM