Ingredientes
2 kilos de tomates
Un ramito de albahaca picada
1 cebolla
1/2 taza de azúcar moreno
1 1/2 tazas de azúcar granulada
1 cucharadita de sal
1/4 cucharadita comino
30 ml de vinagre de vino
30 ml de vinagre balsámico
Un limón
Preparación
Limpia los tomates eliminando cualquier suciedad y quitándoles los tallos. Con un cuchillo haz un corte en forma de cruz en cada base de tomate.
Prepara un recipiente con agua helada.
Pon a hervir abundante agua en una olla grande, cuando empiece a hervir, introduce los tomates en el agua. Cuando veas que su piel comienza a pelarse, sácalos del agua y llévalos al recipiente de agua helada. Elimina el agua de la olla ya que vamos a volver a utilizarla.
Pela los tomates (la piel saldrá muy fácilmente) y quítales todas las semillas que veas (dependiendo de la variedad habrá más o menos).
Pica los tomates en dados y añádelos en la olla seca.
Añade la albahaca picada, la cebolla picada, los dos tipos de azúcar, la sal, el comino, los dos vinagres y el jugo del limón, y ponlo a calentar a fuego alto hasta que empiece a hervir.
Una vez que llegue a ebullición, baja la temperatura a fuego lento y cuece todo durante 2 ó 3 horas, hasta que la mermelada esté espesa.
Revuelve el contenido ocasionalmente para evitar que se queme el fondo.