Es una cuestión de actitud y de seguridad en uno mismo
La Moda. Tenga cuidado con el concepto «vestir a la moda», porque muchas veces supone lucir cosas complicadas y que difícilmente quedan bien en cualquier tipo de cuerpo. Por ello, es importante que encuentre lo que le sienta bien, según la edad, el tono de piel, la constitución física, la personalidad y por supuesto, el lugar a donde vaya a ir. Someterse estrictamente al dictado de lo que se usa, puede exponerla a lucir avejentada, más gruesa, desgarbada e incluso fuera de moda.
Mantenga una postura corporal correcta, pues es esencial para verse elegante y mostrar autoconfianza.
Conserve un buen cuerpo. Esto no quiere decir que tiene que ser delgada, pero sí que debe estar bien cuidada, es decir sin excesivo sobrepeso y con músculos tonificados; para lo cual resulta conveniente realizar una rutina de ejercicios, por lo menos tres veces por semana. El arreglo del cuerpo incluye uñas de manos y pies en buena forma y la piel suave. No espere a adelgazar para verse bien, empiece donde está. Recuerde que existen modelos en todas las tallas.
Vestirse bien no es cuestión de dinero, sino de combinación y de saber descubrir y mantener un estilo propio. Sin embargo, la elegancia es algo que va más allá: consiste en cuidar también los pequeños detalles, pues si no se hace es posible que todos los esfuerzos se vean reducidos a la mínima expresión.
Mezcle adecuadamente los colores. Es mejor optar por aquéllos que le aporten luz y que combinen entre sí. No mezcle más de tres tonos y evite los estridentes; apueste por los complementarios. Busque la armonía en la imagen general.
Descubra cuál es el tipo de prendas que le quedan bien, de acuerdo a su fisonomía, tono de piel y carácter, por ejemplo, si sus piernas no son bonitas, opte por eliminar las mini faldas de su closet.
Observe cuáles son sus puntos fuertes para potenciarlos y los más débiles para neutralizarlos. Si tiene los hombros más anchos no lleve hombreras, ni tejidos con mucho volumen o telas con grandes estampados. Si sus hombros son caídos o estrechos use mangas montadas con hombreras y tejidos que aporten cuerpo a su vestuario.
Cuente con un buen fondo de armario, esto quiere decir que tenga ropa combinable con todo tipo de prendas para poder ir elegante en cada ocasión.
Los básicos deben ser de calidad y elegidos muy cuidadosamente. Nada puede dejarse al azar o comprar lo primero que vea.
Entre los complementos: dos bolsos, una cartera de fiesta, un par de pañuelos, algún chal, un par de bufandas, collares, zarcillos y pulseras y dos cinturones que combinen con zapatos y bolsos.
Una vez que tenga asegurados los básicos de buena calidad y que le hacen lucir bien, puede comprar ropa siempre en torno a estas prendas y así logrará estar elegante y bien vestida en todo momento.
Conserve los zapatos en muy buen estado. Ya sean recién comprados o porque los tiene desde hace tiempo, siempre deben lucir impecables. Cualquier suciedad deslucirá su look.
Una piel bien cuidada es fundamental para proyectar elegancia. Para ello mantenga una rutina diaria de limpieza, tónico y humectante. Nada sustituye un cutis sano y radiante. No necesariamente tiene que utilizar maquillaje todo el tiempo, pero debe saber aplicarlo para cuando lo necesite: debe colocarse tonos suaves y de ser posible hacerlo donde tenga luz natural. Durante el día la pintura debe ser sutil y fresca, durante la noche más intensa y brillante. De vez en cuando la cara limpia también es una buena opción, puede hacerle quedar muy bien.
Mantenga un buen corte de cabello, así como un tono apropiado. Es esencial tener una cabellera saludable y brillante. Si su pelo está maltratado lo mejor es cortarlo y cuidarlo para que crezca sano. Experimente con distintos tintes y peinados hasta encontrar el que mejor se adapte a su cara, color de piel y estilo de vida. Tener el cabello prolijo, es una de las mejores cartas de presentación.
La manera en que nos desenvolvemos está compuesta de diversos factores entre ellos, hablar correctamente, no gritar, mantener una actitud de cordialidad, amabilidad y consideración hacia las otras personas. Aprenda a sonreír y a escuchar, son virtudes muy apreciadas.
Todo es cuestión de actitud y de poner en práctica estos consejos: no es labor de un día pero, poco a poco, podrá ir cultivando su elegancia.