Aragua de Barcelona es una población capital del municipio del mismo nombre, uno de los 21 que conforman el Estado Anzoátegui, al este de Venezuela. .Localmente, los pobladores se refieren a la pequeña ciudad únicamente por el nombre corto de Aragua.
Fundada el 20 de febrero de 1734 bajo el nombre de Nuestra Señora de Belén de Aragua por el gobernador de la Provincia de Nueva Andalucía, Don Carlos de Sucre, la villa de Aragua de Barcelona fue centro de administración «espiritual» y política durante la época colonial. De este período se conservan en el casco histórico de la ciudad la iglesia de San Juan Bautista, listada en el Patrimonio Histórico Nacional de Venezuela, y numerosas casas coloniales. En la calle Colón se encuentra una vivienda donde se dice que en 1813 el Libertador Simón Bolívar bailó una noche y también está en la calle Anzoátegui un árbol de Cotoperi bajo el cual se dice que Bolívar amarró su caballo y descansó.
El 18 de agosto de 1814, en plena Guerra de Independencia de Venezuela, Aragua fue escenario de una de las más cruentas batallas libradas en todo el conflicto. A los fines de proteger la población civil en retirada al oriente, Bolívar ordena fortificar el poblado para la ocasión. Alrededor de 2.000 defensores republicanos comandados por el Coronel José Francisco Bermúdez enfrentaron el ataque realizado por cerca de 6.000 realistas liderados por el General español Francisco Tomás Morales. Según el historiador Francisco Alejandro Vargas, durante la refriega, llevada a cabo casa por casa, perecieron alrededor de 1.700 defensores o pobladores de la ciudad y resultaron heridos unos 2.000, además de que otros fueron posteriormente ejecutados sin conmiseración alguna por las tropas de Morales, según instrucciones emitidas por el Comandante General del ejército realista, José Tomás Boves. En total, alrededor de 4.711 personas murieron entre ambos bandos. Tras la batalla, la caballería al mando de Bermúdez huyo a Maturín y la infantería a Barcelona siguiendo a Bolívar.
La ganadería es uno de los principales motores económicos de Aragua de Barcelona.
La economía de Aragua de Barcelona está directamente ligada a la actividad agropecuaria propia de los Llanos orientales de Venezuela. La cría y ceba de ganado bovino de raza y mestizo es una actividad mayor, como lo es también la siembra de maíz y sorgo cultivos de alta relevancia en la extensión geográfica del municipio, cuenta para el desarrollo de esta economía con un centro de distribución de maíz y cereales. Otra actividad importante es la producción de leche y la obtención de los derivados de la misma, para la cual el municipio cuenta con diversas queseras ubicadas en puntos claves.
Aragua de Barcelona ha recibido tradicionalmente en Venezuela el título honorífico de Atenas de Oriente, a pesar de ser un pueblo que muy pocos conocen o han escuchado hablar, por haber sido cuna de un número de figuras ilustres que incluye a varios presidentes de la República y numerosos personajes eminentes de la literatura, la ciencia, la educación y la música, entre otras disciplinas.
Asimismo, el archivo histórico de Aragua de Barcelona es el mejor conservado de entre los pueblos del Estado Anzoátegui y los documentos más antiguos que éste posee datan de sus comienzos fundacionales. Sus completísimos registros bautismales, de defunciones, y de matrimonios sirvieron al historiador Manuel Acereda La Linde para escribir su Historia de Aragua de Barcelona, del Estado Anzoátegui y de la Nueva Andalucía editada en cinco volúmenes (Imprenta Nacional, Caracas, 1958-1965). En ella utiliza profusamente el Archivo Parroquial de Aragua de Barcelona como otros de la región, con abundante material sobre indígenas, misiones y la administración colonial. El Primer Libro de Bautismos, Casamientos y Entierros comienza en 1747 y se conserva bastante completo hasta hoy; al principio del Segundo Libro de Entierros están copiadas algunas partidas correspondientes a la Ermita de San Basilio del Chaparro desde 1768; el Libro de Confirmaciones abarca desde 1740 a 1911, contiene además la lista de los fieles de la «Nueva Fundación de Aragua» confirmado en 1740 por el Obispo de Puerto Rico, Fray Francisco Pérez Lozano en el pueblo indígena de San Mateo.