Fue un atentado contra Simón Bolívar quien era el Presidente de la Gran Colombia, ocurrido en Bogotá el 25 de septiembre de 1828.
El 25 de septiembre de 1828, un grupo de conspiradores conformados por doce civiles y veinticinco solados dirigidos por Pedro Carujo, ingresaron al Palacio Presidencial (Palacio de San Carlos) e intentaron asesinar a Bolívar.
El Libertador logra salir airoso del atentado gracias a Manuela Sáenz, quien le indicó que huyera por una de las ventanas de la habitación mientras ella encaraba a los conjurados, entre los que se encontraban el escritor neogranadino Luis Vargas Tejada, el militar venezolano Pedro Carujo y otros posteriores protagonistas políticos del siglo XIX como Florentino González, Ezequiel Rojas y Mariano Ospina Rodríguez. Fué golpeada y maltartada por los conjurados, pero salvó la vida de su inmortal amante.
Desde esa madrugada en la que apareció vivo el Libertador, él la denominó, la Libertadora del Libertador., nombre con el que ha pasado a la historia esta mujer genial y heroica.
Bolívar de alguna manera, murió esa terrible noche, que pasó bajo un puente, su salud mermó considerablemente desde esa noche.
Psadas una horas arrestaron los culpables del intento de magnicidio. Durante este proceso serán condenados a muerte varios conspiradores, entre los que arbitrariamente se incluiría al Almirante José Prudencio Padilla (apresado meses antes del atentado por otros motivos); Vicente Azuero y otros opositores no participaron, pero existieron participantes directos de la conspiración como Luis Vargas Tejada, Florentino González, Capitán Emigdio Briceño Guzmán llamado en Venezuela «El septembrista» y hasta Pedro Carujo, el enconado enemigo de Bolívar, que fueron juzgados por el Consejo de Ministros y hallados culpablespero aunque algunos fueron indultados como Carujo, fue inaugurada una nueva época de terror. Luego de un juicio que violó el debido proceso, Santander fue hallado culpable y fue degradado, expulsado deshonrosamente y condenado a morir fusilado por la espalda, pero su pena fue cambiada luego a exilio.