Para 1743 al camino que enlazaba el casco de la ciudad de Santiago de León con las haciendas del Este era conocido como “Calle Real de Sabana Grande”. En 1951, el General Marcos Pérez Jiménez construyó la avenida Abraham Lincoln, la cual se volvió rápidamente el sitio más cosmopolita de Caracas con cafés, comercios chic,, boites y bares que superaban a cualquier ciudad de Latinoamérica. se codeaban la inteligentzia y la bohemia caraqueña en las mesas del Gran Café de Papillon, el Piccolo Café y varios otros interesantes lugares.
Fué siempre y muy merecidamente.el café más emblemático de la capital venezolana, fué fundado en 1946 y era su propiedad por muchos años del mundialmente famoso Henry Charriere, escritor en estas mesas del bestseller sobre su vida: Papillon, que luego sería inmortalizada en Hollywood por Steve McQueen y Dustin Hoffman. Tampoco se debe olvidar, que el mismo Christian Dior tenía su tienda muy cerca y también visitó este lugar cuando viajó a Caracas. Sitio de despacho oficial del jocoso gobierno de la República del Este, de pintores, intelectuales, escritoreses, gente bohemia e intelectuales de todo tipo.
En 1951, cuando en Sabana Grande se situaba una de las tres tiendas Dior del mundo (las otras dos en ciudades también importantes: Nueva York y París), ya sus vecinos del Pan 900 habían emprendido su tarea de convertirse en la sede mundial de los golfeados y las quesadillas, preparados en uno de los hornos más grandes de la ciudad (marca 900). No es raro ver taxis que vienen con nostálgicos viajeros directo del aeropuerto a este palacio del sabor.