Mademoiselle Libuse Absolonová es una joven de origen humilde que ha llamado la atención de la imponente duquesa de Sagan. Su pasión por el ajedrez hace que se fije en aquella muchacha que tiene un impresionante don para la estrategia además de ser capaz de memorizar las distintas jugadas de una partida. Así es como Libuse se incorpora al universo de la duquesa, que la nombra su lectrice personal.
La duquesa de Sagan es un apasionante relato que nos descubre la vida de una de las mujeres más interesantes de su tiempo y desconocida para muchos. Y lo hace de la mano de una de sus sirvientas, quien nos habla en primera persona, para hacer de la narración algo más íntimo y auténtico. Libuse es «hija de un caballerizo y una fregona, y pobre de solemnidad». Pero Libuse consigue ganarse la confianza de la duquesa y con ella vivirá una de las épocas más apasionantes de la historia de Europa.
La novela resucita a Wilhelmine von Sagan, una de las mujeres más respetadas, poderosas y envidiadas de su tiempo. Heredera de una gran fortuna y un amplio territorio en media Europa, la duquesa hizo de su salón literario uno de los centros neurálgicos del poder en aquellos años en los que Napoleón avanzaba imparable por el viejo continente. Enemiga acérrima del emperador, la duquesa influyó de manera determinante en hombres de su tiempo, como el ministro Metternich, para afianzar una alianza entre Prusia, Rusia y Austria que intentara frenar la expansión napoleónica.