Semana Santa, la semana más importante para los católicos, con sus historias y tradiciones nos muestra una cara por la cual observar la peculiaridades de cada una de estas tradiciones. De esas que dejan huella en la historia de un país.
Una de ellas es la procesión del Narzarenos de San Pablo ¿sabes cuál es su historia?
Esta imagen elaborada por un escultor sevillano en madera de pino de Flandes, y que llegó al país entre los años 1654 y 1656, y que contempla la representación de Cristo cargando la Cruz, vestido de color morado, camino a su crucifixión.
La imagen fue consagrada el 4 de julio de 1674 por Fray González de Acuña.
Se le atribuyen extraordinarios milagros.
En 1696 ocurre uno de ellos. La de viruela diezmaba a la población y el relato cuenta, que la desesperación era tanta, que los caraqueños sacaron en procesión al Nazareno, que ocupaba uno de los altares de la Iglesia erigida en honor a San Pablo, El Ermitaño. En esta procesión los caraqueños imploraban la desaparición de la peste, en la procesión el Nazareno de la iglesia de San Pablo, tropezó con las ramas de un limonero haciendo caer sus frutos, y otros quedaron enredados en su corona. El jugo sirvió para sanar a los enfermos.
En 1880, el presidente Guzmán Blanco mandó a destruir el templo de San Pablo, ya que tenía problemas con los sectores católicos del país. En ese mismo sitio se construyó el Teatro Municipal, que fue inaugurado en 1881, pero cuenta la leyenda que, estando en el palco presidencial, Guzmán vio la imagen del Nazareno, quien le preguntó: “¿Dónde esta mi iglesia?”
Inmediatamente el Presidente mandó a construir la Basílica de Santa Teresa, adonde fue llevado el Nazareno de San Pablo.
Un comentario en «El limonero y el Narzareno de San Pablo»