Con una destacadísima carrera, que ha dado frutos maravillosos; discos, conciertos en Latinoamérica, Europa y África, además de reconocimientos internacionales. Profesor de la cátedra de Piano Superior y Música de Cámara en el Conservatorio de la Ciudad de Buenos Aires, y del grupo de profesores del «EPI-Encuentros de piano», entre otros, hoy charlamos con el pianista argentino José Luis Juri.
Reconocido pianista argentino alrededor del mundo ¿Cómo fueron tus inicios con el piano?
-Estudio desde la edad de 4 años, la música clásica estuvo desde siempre muy presente en mi familia, y fue natural que me acercara al piano desde pequeño. Afortunadamente, tuve una madre que supo ver esa inquietud, y me hizo tomar clases regularmente desde los cuatro años.
Más tarde, ingresé al Conservatorio Municipal de la ciudad de Buenos Aires, en el cual enseñaban los más grandes músicos argentinos de entonces.
Estudiaste en el Conservatorio de Música de Buenos Aires y continuaste tus estudios además de en Suiza con Edith Fisher, también en la Accademia Chigiana di Siena en Milan, Italia, país donde fuiste reconocido con la condecoración de “Cavaliere de la República Italiana” por tu tarea de difusión de la música italiana en el mundo, en sí, ¿muy ligado a Italia?
-Mi familia materna es de origen italiana. Allí viven aún muchos familiares míos.
Finalizados mis estudios en Buenos Aires, me instalé en Milano, donde viví una época maravillosa, alrededor del Teatro alla Scala, y haciendo música con jóvenes intérpretes que hoy son estrellas de la música clásica. Fue una época imborrable en mi memoria, hecha de estética, espectáculos, cultura y música.
Trabajando en el teatro, pude conocer personalmente a muchos artistas que hoy son parte de la historia.
En La Accademia Chigiana, estudié durante dos veranos. Siena es una maravillosa ciudad medieval, que recibe a tantos estudiantes, principalmente de música y lengua italiana. Permanecer allí durante el verano significa aprender mucho y vivir intensamente la maravilla de la cultura italiana. Luego de muchos años, este feeling con Italia culminó con la condecoración de Cavaliere, en mérito a la difusión de la cultura italiana en el mundo.
Además eres miembro de la UNESO ¿Cuéntanos un poco sobre esa experiencia?
-Fue una distinción que me llegó inesperadamente. La representante argentina de dicha institución, me escribió elogiando mi trabajo y proponiéndome ser parte. ¿Por supuesto que acepté con mucha alegría!
¿Algún compositor predilecto?
-A menudo Chopín… pero no siempre, necesariamente. Podría decir, sí, que prefiero la música íntima, que evoque al canto, a la palabra y a las emociones dichas sin demasiadas estridencias. El «gran espectáculo» no me interesa.
¿Qué te inspira cada día?
La vida que se abre camino, no obstante todo lo que ocurre: la infancia, la naturaleza, los sentimientos simples, el altruismo, la necesidad de la belleza y el bien .
«Cuando percibo que la Argentina
es considerada una nación cuna de grandes artistas,
me siento muy orgulloso y feliz».
¿Cómo describirías la sensación de representar al talento argentino ante el mundo?
– …Ah no, no… ¡no tengo esa sensación!!!! Por lo menos, no me muevo sintiendo que represente a nadie más que a mí mismo. Pero sí, cuando percibo que la Argentina es considerada una nación cuna de grandes artistas, me siento muy orgulloso y feliz.
Profesor de la cátedra de Piano Superior y Música de Cámara en el Conservatorio de la Ciudad de Buenos Aires, además, integras el grupo de profesores del «EPI-Encuentros de piano», cursos de perfeccionamiento pianístico, en el Camping Musical de Bariloche ¿cómo se siente el poder transmitir conocimientos través de dar clases?
-La docencia tiene en sí una trascendencia insospechada muchas veces.
Cada clase, cada consejo, o una simple conversación, puede generar un camino que se proyecta en el tiempo y en el espacio.
En los tiempos que corren, siento el compromiso de compartir con los estudiantes, aquello que pude conocer y aprender.
El EPI, encuentros de piano internacionales, son una experiencia sumamente rica de vivencias musicales y humanas, entre profesores y alumnos de toda la América latina. En un bosque al borde del lago, en Bariloche, pasamos una semana cada verano estudiando, ofreciendo conciertos y debates, en una convivencia de gran camaradería. ¡Me siento muy feliz de que haya podido continuar en el tiempo!
Tienes una destacadísima carrera, que ha dado frutos maravillosos a lo largo de toda la vida, discos, conciertos en Latinoamérica, Europa, África, reconocimientos internacionales ¿Cuáles son tus proyectos a futuro?
-La actual pandemia frenó todos mis viajes de conciertos, como le sucedió a la mayoría de mis colegas. No obstante, generó una fuerza renovada en el campo de la docencia online, los certámenes, los conciertos en streaming, y otras propuestas impensadas anteriormente.
En ese orden, verme incluido en jurados, masterclass, etc. En los países más alejados del mío, me resulta bastante sorprendente.
De todas maneras, tengo algunos compromisos de actuaciones que espero puedan realizarse: Teatro Colón de Buenos Aires, CCK (auditorio nacional). O la invitación a formar parte del plantel docente en el Perugia Music Fest (Italia), en Agosto próximo. Más allá de eso, estoy trabajando en dos producciones discográficas.
Una frase para los lectores de la Revista Todo lo Chic
Agradezco a la Revista Todo lo Chic, la invitación a dialogar con un público calificado, que busca en la belleza una herramienta para encontrar lo mejor del ser humano: La sensibilidad, la cultura y el instinto hacia lo bello. Rasgos de nuestra evolución que no deberá detenerse, y que debemos custodiar apasionadamente.
Por: María Beatriz Frías-Muñoz
@befriasm
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