Ingredientes
250g de harina de trigo
25g de levadura fresca
150g de azúcar
200ml de leche
100g de mantequilla
1 pizca de sal
25g de azúcar avainillada
2 huevos
Preparación
Separamos un vaso de la leche y calentamos el resto en un cazo con la mantequilla a fuego medio – sin hervir – y reservamos.
Batimos las yemas de los huevos y las añadimos poco a poco a la mezcla, removiendo constantemente.
Entibiamos la leche que habíamos reservado y disolvemos en ella la levadura fresca.
En un bol mediano tamizamos la harina y añadimos el azúcar avainillada y la sal. Si no tenemos azúcar perlado, añadimos el azúcar blanco.
Añadimos a esta mezcla la leche con la mantequilla y la leche con la levadura. Removemos hasta obtener una masa espesa. La cubrimos con un trapo limpio y la dejamos reposar. Es mejor que repose en el horno a temperatura mínima.
Añadimos el azúcar perlado y mezclamos para que quede repartido.
Batimos las claras de huevo al punto de nieve y las añadimos a la masa, removiendo con movimientos envolventes y suaves.
Enchufamos la gofrera y esperamos a que esté caliente. Podemos engrasarla con mantequilla o aceite vegetal.
Vertemos unas 2-3 cucharadas de masa (según el tamaño de la gofrera), la esparcimos y cerramos la gofrera rápido para que el dorado sea uniforme.
10. Los dejamos unos 8min y luego los retiramos de la gofrera y los dejamos enfriar en una rejilla.
Ya los podemos servir acompañados con lo que más nos guste! Son dulces, así que un toque de ácido (fruta) o amargo (chocolate negro) les viene de maravilla, aí como una bola de helado de vainilla.
