Hay algo en la forma de actuar de la Embajadora de Indonesia en Venezuela, Prianti Gagarin, que atrapa.
Un parecido a esa mujer ,sugerente, cautivadora, que hace que pueda darse el lujo de hacer lo que le venga en gana. Cantar en medio de una reunión, trabajar con ahínco por las causas nobles y justas, y hasta tener un desfile de modas en su casa, en medio de una ciudad enguarimbada.
En 1971, John Lennon inmortalizó en “Imagine” sus esperanzas de paz en el mundo, y por ello la Embajadora de Indonesia en Venezuela, PriantiGagarín la evocó la tarde que recibió a sus invitados, en los jardines de su residencia, en Valle Arriba.
La casa, de saudoso patio español, fue decorada en los 80’ por la princesa VirviMundi, y en ella se han celebrado fiestas de tronío que hablan de una Caracas que nunca duerme.
Deshojando el calendario,con días claves para historiadores, ahora son los mismos, propicios para reconsideraciones póstumas que, la gentil anfitriona venció esa tarde, para dispensar amabilidades a un grupo de sus coterráneos, y también a los ávidos diseñadores venezolanos que admiran las tradiciones del batik, en todas sus manifestaciones y quienes aplaudieron hasta el cansancio el pase de las creaciones criollas con el hermoso batik, amén de las carteras que Liliana Avila diseñó especialmente para esta ocasión.
Precedidas de un ambiente de humo y temor, pero igualmente divertidas, las asistentes asistieron a una tarde como no hay mil. Un a versión trufada de cosas que es mejor no traer a colación pero que sirvió de abre boca para terciar la charla.
En un alto para “ver” y dejarse “ver”, María Alejandra Vera, Liliana Avila ,-¡Epa!- María Gabriela Gerbasi, Luz Méndez de Erson, Fernando Delfino, Jesús Cedeño, Eva Kilzi, con sus nuevas creaciones a punto de salir al ruedo; Nicole Ríos, Gabriela Rodrìguez, y de allí ¡hasta el infinito!
Por: Ramón Darío Castillo
