Cuando hablamos y pensamos en obras de Cruz Diez indudablemente nuestra mente nos transporta a Maiquetía, a ese aeropuerto que tantas historias puede contar si sus paredes hablarán o más específicamente si su piso, esa magnífica obra de Carlos Cruz Diez hablará.
¿Qué contaría? Viajes cortos, viajes largos, dentro y fiera de las fronteras venezolanas, encuentros, despedidas, ilusiones, ansias, turismo, migraciones y así tantas décadas por contar.
El Couleur Additive del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, data de 1978, cuando el país recibía cantidad de nuevos migrantes, desde Europa, toda América, Asía, África y seguramente Oceanía, de los de distintos países del mundo que llegaban a esta tierra en busca de un sueño, un sueño llamado Venezuela.
Además la infinidad de turistas que venían a maravillarse con los paradisíacos destinos de esta tierra y todos, migrantes y turistas tenían como recibimiento está genial muestra de color.
Esta obra del maestro del cinetismo se ha convertido tras 40 años de recibir, dar la bienvenida al país con su juego de colores en el símbolo de la Venezuela que emigra, miles de fotos, millones tal vez seguramente, inundan las redes sociales, post en Instagram y Facebook a través de los cuales con mostrar la Cromointerferencia de color aditivo, se ha informado de tantos que forman parte de la diáspora.
Se trata de una de las intervenciones más admiradas y reconocidas del artista venezolano.