Un día antes de la Nochebuena, los suecos salen a buscar el árbol de Navidad para colocarlo luego en familia. Algunas familias lo visten con banderas; otras, con espumillones y bolas de distintos colores.
El hogar en sí se adorna también con tapices con motivos navideños como ángeles, gnomos y o paisajes invernales.
Los aguinaldos están ya colocados bajo el árbol iluminado, las velas lucen por todas partes y en la mesa está ya puesto el bufé smörgåsbord con todos los platos clásicos: jamón navideño, salchichas de cocidas, gubbröra (revuelto de anchoa, cebolla y huevo cocido duro, entre otras cosas), ensalada de arenque, arenques marinados, paté de hígado casero, vörtbröd (pan hecho con mosto de cerveza), papas y lutfisk., entre tantos otros platillos de la cocina navideña sueca.
Cuando todos han comido hasta quedar satisfechos, llega el gnomo en persona para desear a los presentes una Feliz Navidad.