-Alcoholizarse (no sabemos si tendremos “borrachos tranquilitos o agresivos).
– Comer en demasía (se trata de probar los platillos, no acabarse el pavo de un jalón).
– Sentirse en “demasiada” confianza y contar intimidades que sabemos de alguien.
– Envidiar los regalos que otros reciben.
– Llegar con las manos vacías a la casa donde se festejará esa noche (por más pobre que uno sea, quizá una bolsa de pan, unos dulces, un obsequio siempre es bienvenido).
– Ponerse a llorar, y dañarles a los demás la celebración.
– Ventilar pleitos viejos de parejas… uuuuuuuggggggggg… esos matrimonios que REQUIEREN de público para sus “desavenencias conyugales”… son de verdad de súper mal gusto…
– Permitir que los pobres niños de “malpasen” y permanezcan despiertos hasta las tantas de la madrugada…. esto los TRASTORNA!!!…
Y así… son como cositas de sentido común, pero si recordamos que éste es el menos común de los sentidos.