A tantos los años ya, de la firma del Acta de la Independencia, hecho que inicia el proceso libertario de Venezuela, sus antecedentes encierran un valor fundamental, en vista de que la provincia de Barcelona jugó un papel importante en el desarrollo político, antes y después de esa fecha histórica.
Posterior a la declaratoria de Independencia, las provincias de Venezuela ejercieron la libertad política que se inició ese día. Barcelona, en 1812, fue una de las siete provincias que se declaró autónoma, con la aprobación del Código Constitucional del Pueblo Soberano de Barcelona Colombiana.
Entre los representantes de la provincia capital de Anzoátegui, el más relevante fue Francisco de Miranda, quien propuso que se declarara la Independencia de inmediato, para que el resto de las naciones reconocieran su condición de país libre, sin ningún tipo de yugo con España.
Los orientales también formaron parte importante del proceso independentista. Siempre que la patria lo ha requerido, los orientales han aportado su apoyo y en aquella tan solemne oportunidad fueron 8 los orientales quienes firmaron la partida de nacimiento de nuestra nación, ellos fueron: los cumaneses Francisco Javier Mayz, José Gabriel Alcalá, Juan Bermúdez de Castro, Mariano de la Cova, en representación de su provincia natal; el barcelonés Francisco Policarpio Ortiz por Barcelona; el polifacético piriteño don Fernando Peñalver, por la ciudad de Valencia; Manuel Placido Maneiro, por la provincia de Margarita y José María Ramírez, quien fue diputado, por la ciudad de Aragua de Barcelona.
Además, quizás por casualidad o quizás como premio anticipado a la sangre derramada por los orientales en la gesta de emancipación, el padre de la bandera y el precursor de la gesta de la independencia, don Francisco de Miranda, firmo el acta natal de los venezolanos en representación del pueblo del Pao ubicado en la entonces provincia de Barcelona” Oriente siempre estuvo presente, ofrendando sus mejores hijos, en pro de la independencia de Venezuela, familias mártires que vieron desapaarecer no solo su bonanza, fué la sangre de los suyos, la que ofrecieron generosamente los orientales. Son tantos los héroes de esta gesta, que resultaría imposible mencionarlos a todos, pero baste con recordar a los Sucre, los Alcalá, los Hernández, Monagas, Bermúdez, los Anzoátegui , como los heroicos Arguíndegui, son tantos y tantos, como para no poder olvidar nunca, que si bien es cierto que Venezuela nació en Carabobo, nunca debemos olvidar que era de madre oriental…. Norah Frías Muñoz