Meghan Markle se está convirtiendo rápidamente en un ícono de la belleza, toda una it girl, la actriz ha hecho que su maquillaje sea suave y natural desde que comenzó a salir con el príncipe Harry, probablemente para ajustarse a los códigos de vestimenta más conservadores que se esperan de la familia real.
Nada de maquillajes recargados, ni capas de base, sus pecas siempre se notan de una forma muy natural.
Una piel bien hidratada, eso se nota a distancia, junto a un buen iluminador, rubor rosa, labios nude, corrector, un poco de color marrón bajo los ojos y una discreta línea en los párpados pestañas perfectamente rizadas, y como toque final un sutil brillo en el lagrimal.