Ya son varias las personas que me han hecho esta pregunta. En un mundo como el actual, en el que el mal gusto y la vulgaridad no son ya sólo aceptados, sino aprobados y celebrados, ¿por qué y para qué prestar atención a nuestro vestir?
La elegancia, para mí, es un placer personal. No es una demostración clasista, y mucho menos un esnobismo, es algo que me da placer y regocijo. La elegancia no es seguir modas ni las últimas tendencias, todo lo contrario, es vestir de una manera que favorezca nuestra figura, que complemente nuestra personalidad y que, sobre todo, nos haga sentir cómodos con nuestra individualidad. Esto es algo que aplico a todos los aspectos de la vida porque, como decía mi abuelo, la elegancia es un estilo de vida y no un quita y pon.
Elegancia poco o nada tiene que ver con el dinero. He visto personas muy ricas, vestidas con los atuendos más costosos y finos, no tenerla, y personas vestidas de una manera sencilla, desbordarla. Es también cierto que creo que, en gran parte, el tenerla es algo innato.
Entonces, ¿por qué decantarse por ella? Ante todo porque afirma nuestra individualidad. El mundo actual cada vez más busca clonarnos en aras de una mal entendida democracia e igualdad. Asume que todo y todos debemos lucir como réplicas de estereotipos que son actualmente aceptados. En lo personal y creyendo totalmente en la igualdad, creo en la misma pero con nuestro sello personal. Creo que nuestra riqueza como especie está dada precisamente por las variopintas expresiones de individualidad que hacen de nosotros ser quienes somos.
Se habla mucho de cuán libres somos ahora, en realidad no creo que hayamos ganado mucho en “libertades”, si no lo creéis haced algo que esté en desacuerdo con lo políticamente correcto, aunque sea lo correcto, y lo veréis. Atreveos a vestir algo que vuestro entorno social considere inapropiado (usualmente se da por el desconocimiento que dicho entorno tiene de ellos) y notaréis cómo la vigilancia impuesta por la sociedad es muy similar a la ejercida hace años. El vestir con elegancia nos libera, de cierta manera, nos permite expresarnos y hacer honor a nuestros ideales y pensamientos, nos permite decir no a esta vulgaridad y mal gusto que imperan en nuestros días.
En la actualidad, con el afán de nuestra sociedad moderna de deshacerse de todas las antiguas normas, consideradas como coercitivas, hemos llegado a la total ausencia de las mismas como norma suprema! Del pasado, con su atención al detalle y por menores, hagamos borrón y cuenta nueva.
Es verdad que para mí también hay involucrada una cierta dosis de nostalgia, nostalgia por una época que tuvo más excelencia, en la que el “allure” y la discreción en su sentido más amplio eran apreciados; una época en la que las “selfies”, los platos a ser degustados, y hasta nuestras más grandes intimidades eran eso, íntimas. La elegancia demuestra nuestro aprecio por aquella excelencia, demuestra respeto por lo bueno de aquel mundo ido y casi olvidado por todos.
No estoy diciendo que toda la moda actual es mala, nada parecido. Los tiempos actuales tienen cosas muy positivas, por ejemplo, el retorno del color en la moda masculina. Por décadas, salvo en ciertos pequeños y exclusivos círculos, los hombres hemos estado limitados a los colores que se han considerado “apropiados”. Hoy en día estamos volviendo a hacer uso del color, como lo hemos hecho en la mayor parte de la historia de la moda masculina.
Concluyendo, la elegancia es un arte, y el vestir elegantemente es una manifestación del mismo. Entonces, señores, por qué vestirnos con elegancia? Para ser libres, para ser nosotros y, parafraseando a Henri Jeanson: “para poner un poco de arte en nuestras vidas”.
Por: Alonso Pérez de Guzmán Muguerza
Querido primo Alonso,
Casi me cuesta a aceptar que a tanta distancia tengamos los dos los mismos conceptos e ideales de la moda del vestuario.
Yo voy mucho a Roma, Milano y Paris asistir a los desfiles de Alta Moda e Prêt-a-Porter y por lo tanto la moda para mi, es desde hace muchos años un gusto.
Estoy segura que la elección que hago de los trajes es distinta de la mayoria. Hay mucha história en nuestra sangre y eso lo dice todo.
Enhorabuena Alonso, eres un «estiloso». Besos de quien te quiere.
Marionela