Campaña para que el billete de 20$ lleve la cara de una figura histórica femenina
Eleanor Roosevelt, Rosa Parks, Harriet Tubman o Wilman Mankiller. La cara de una de estas cuatro mujeres que cambiaron el curso de la historia aparecerá en el billete de 20 dólares si la plataforma Women On 20s consigue sacar adelante una petición para que la Casa Blanca la sustituya por la del séptimo presidente de Estados Unidos, Andrew Jackson.
Tres de las finalistas han sido elegidas con los votos de más de 256.000 estadounidenses y la cuarta, la líder Cherokee Wilman Mankiller, que ha sido añadida a la lista definitiva por el «fuerte sentimiento» de la plataforma de que una india americana tenía que estar entre las finalistas. Mankiller fue la primer mujer elegida para liderar una nación india en los tiempos modernos. Lo hizo entre 1985 y 1995, cuando incluyó a 300.000 indios de Cherokee en programas de atención sanitaria y educación.
Las otras tres candidatas son bien conocidas. «Quiero ser recordada como una persona que quería ser libre… para que otras personas también pudieran ser libres», decía Rosa Parks cuando luchaba contra la segregación racial allá por los 50. Casi 60 años después de sus acciones, el primer presidente negro de Estados Unidos se sentaba en el autobús en el que Parks se negó a ceder su asiento a un ciudadano blanco. Más allá de sus labores de Primera Dama, es famosa la fotografía de Eleanor Roosevelt, una de las líderes que más ha influido en el siglo pasado, sosteniendo la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y Harriet Tubman luchó por la libertad de los afroamericanos durante la Guerra Civil de Estados Unidos a pesar de haber sido herida en su adolescencia por el hombre que la tenía como esclava.
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«Tiene sentido que, para conmemorar este centenario, se vote para elevar a una mujer al lugar que a día de hoy sigue estando reservado exclusivamente para los hombres que dieron forma a la historia de Estados Unidos. Ese lugar es nuestro dinero. Y el nuevo retrato puede convertirse en el símbolo de grandes cambios que están aún por venir». ¿Decidirán los estadounidenses otorgar a su futuro un rostro femenino?