Sobre los gatos y la  toxoplasmosis

Sobre los gatos y la toxoplasmosis

 

La toxoplasmosis es una enfermedad producida por un parásito protozoario (microscópico) de la familia de los occidios llamado Toxoplasma gondii, puede afectar a todos los animales de sangre caliente inclusive al ser humano y es de distribución mundial.

Los felinos son los únicos animales donde el parásito produce huevos, por esto se llaman huéspedes definitivos; en el resto de los animales el parásito no produce huevos y se llaman huéspedes intermediarios.

La toxoplasmosis puede adquirirse da las siguientes formas:

1. Al ingerir tierra contaminada por heces de animales que están eliminando quistes por sus heces. Se debe evitar protegiendo las zonas de juegos infantiles de las heces de gatos y perros. Asimismo, hay que hacer un lavado de manos minucioso tras contacto con suelo que haya podido estar contaminado.

2. Por comer carne cruda o poco hecha de animales que tiene quistes en la carne.

3. Por contacto directo con secreciones y excrementos de gato. En los vegetales crudos esta contaminación es más fácil de transmitirse.

4. Por vía materno-fetal a través de la placenta (toxoplasmosis congénita).

5. Por transfusiones de hematíes o transplante de órganos.

 

Como reglas generales para evitar la transmisión:

– No consumir carne cruda o poco asada. Consumir carne bien cocida (>60°C) o previamente congelada.

-Lavar las frutas, las legumbres y las plantas aromáticas antes de consumirlas.

-Lavarse las manos antes y después de toda manipulación de alimentos.

-Lavar los utensilios y las superficies que hayan servido en la preparación de los alimentos.

-Limpiar y desinfectar regularmente la nevera.

– No alimentar el gato con comida cruda. Hacer limpieza todos los días, de la cubeta de heces del gato, o usar guantes.

– Utilizar guantes para jardinería y para toda manipulación de tierra.

La toxoplasmosis adquirida es una enfermedad leve y a menudo inadvertida. La toxoplasmosis congénita, en cambio, es muy grave para el feto, al que puede causar ceguera y daños irreversibles en el sistema nervioso central. Todas las mujeres gestantes tienen que  tomar precauciones especiales para no contraer la toxoplasmosis durante su embarazo y realizarse todos los exámenes pertinentes. Lo más importante siempre es consultar con el médico, pues como especialista podrá tendrá respuesta firmes y consejos saludales.

 

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