El caviar bueno, así como cualquier otro tipo de caviar, debe servirse solo, frío y preferiblemente en un recipiente no metálico, generalmente un cuenco o bol de cristal, con hielo en su base para mantener la temperatura fresca del producto. Los productores y comercializadores de caviar recomiendan no utilizar cuencos de plata u otro metal por el posible sabor metálico, que una pequeña oxidación que produce el caviar al contacto con ciertos metales, le puede transferir al degustarlo.