¿Cafecito caliente? ¿quién no ama su cafecito caliente en las mañanas? y estamos claros, un café recien molido siempre será lo máximo, tendrá un aroma espectacular y un sabor sin igual, así que si tienes oportunidad de moler en el momento el café oh yeah!
Elige un café en grano a uno molido.
Al menos que se trate de un guayoyo (un venezolano entenderá enseguida) o lo que es lo mismo, café muy suave, no pongas poca cantidad en relación al agua, un café debe ser preferiblemente fuerte, como su sabor.
Siempre dependiendo del gusto, puedes usar aproximadamente dos cucharadas, 10 gramos de café molido cada 180 ml de agua. Recomendamos buscar nuestro café perfecto a partir de esta ración.
Hacer el café a fuego lento es el mejor truco para conseguir una gran taza de café. De esta manera el café entrará en contacto con el agua más despacio, y su sabor será mucho más intenso.
Si te fastidia el sabor a cloro que puede o no traer el agua del grifo, pueds optar por agua mineral, aunque no es para nada necesario.
Dejar que se enfríe y volverlo a calentar después de preparar café en cafetera ocasionará que la pureza y el sabor del café se arruine, además de que perderá la frescura de un café recién preparado.
¿Café con leche?
Dale un toque especial a tu café con leche, Todo lo que necesitas es un horno de microondas para obtener una leche espumosa