Sencillamente obligado cuando visitas la Roma bella, es comer la Pinsa Romana y con ello descubrir la receta de “pizza” más antigua que las mismas pizzas, más ligera y con foma ovalada, algo que solo puedes conocer y adorar en Roma, nosotras morimos por ellas.
Tambien anímate a degustar otra auténtica delicia que es la Scrocchiarella, se parece a la pizza y la pinsa, pero en una versión muchísimo más crocante y también ligera. Las venden por lo general al trancio (en trozo) y las hacen larguísimas y muy estrechas.
No te pierdas la pizza romana, es bastante diferente a la Pizza Napolitana, más baja y más crocante. Ni se te ocurra salir de Roma sin haber comido el exquisito Queso Pecorino Romano, algo sencillamente espectacular.
La Spianata Romana, la Pancetta y el Guancial, una maravilla romana.
Como en todo lugar italiano, debes comerte obligado un plato suculento de Spaghetti alla Carbonara.
Los ricos Bucatini all’amatriciana: sín palabras como explicarte que son geniales.
El Spaghetti cacio e pepe: muy sencillo y simple de apariencia, pero divino, es otro clásico romano.
El Gnocchi alla romana, Saltimbocca alla Romana (carne de ternera con una lonja de jamón y una hoja de salvia envueltos y fritos en mantequilla), Trippa alla romana (mongondo, algo pesado si no están acostumbrados!), los “Carciofi alla Romana“Straccetti alla romana: lonjas de carne muy finas, fritas en aceite, La Cicoria: un tipo de verdura, típica romana, La Porchetta: cochino asado y relleno. Se suele encontrar todo el cochinito entero, y lo van cortando a lonjas.
Todos ellos parte del alma gastronómica de esta ciudad mágica donde comer es uno de los grandes placeres.
Pide que te den un Maritozzo con la panna, que es un dulce divino.
Si no degustas un Gelato artigianale no tendrás excusa, los helados más ricos del mundo que lo son por toda Italia.
Debes prepararte para un desayuno de “Bocconotti alla ricotta“, famosos en todo el sur de Italia, especialemente en Lacio.
Y antes de abandonar éste paraiso del buen comensal, prueba un “PanGiallo” algo muy especial que tiene sus orígenes en la Roma Imperial, y lo preparaban durante el invierno para pedir el regreso del sol.
Roma es francamente, un viaje obligado para satisfacer la gula !