Viento en popa y a toda vela, Alfredo Correa está en lo suyo. Y es que ahora su arte en esencia puro, es la nueva tendencia que invade la red.
Este venezolano ha logrado integrar, efectos y emociones y hasta el paisaje de la isla de Margarita que plasma en sus lienzos, cobra la vigencia de todos los tiempos, en todas sus manifestaciones. Es eso, precisamente lo que obliga a muchos de sus seguidores a cumplir misiones dentro del mundo de las artes plásticas, con mucha decisión y elección.
Los eclépticos como Alejandro Gragirena, están siempre a la expectativa, y él opinaba el otro día, que nada mejor que una buena banda sonora para aplacar las angustias. Es claro que lo suyo es la música.
Alicia, su mujer, le salió al paso para decirle que ella es de las que ama la música, pero también es fiel a la pintura. ¡Y cómo!
Lo cierto es que, esa noche, como la ocasión la pintaban calva ambos se dieron un banquete de arte y desafiando un atasco para llegar a tiempo al radio de acción en Las Mercedes, acudieron a la muestra de Art Grafit que cautivó a más de un centenar de seguidores.
Las más recientes obras de los benditos entre todos los artistas, estaban allí. Y ellos mismos, los creadores, in si tu para recibir los testimonios de adoración de todos los que siguen a pie juntillas sus pasos.
En el otro extremo de la ciudad ,otro gallo cantaría. Y muy temprano, casi con el sol de los venados, pues el flamenco, bulerías y soleares entretenían a un grupo que acudió raudo y veloz esa noche a cumplimentar a Julio Puyana , en un petit-comité que compartieron tirios y troyanos con un ambiente como para recordar en mucho tiempo.
Carmen Cecilia Guillén -¡Epa!- llegó a tiempo para dar la orden de ataque de unas ricas viandas que acaparó la atención de muchas que ese día abandonaron totalmente su dieta.
Los que se quedaron a apagar velas, Alfredo Sánchez, Margot Herrera y su hija María Cristina, formaron un grupo de gran poder , pues terciaron la charla sobre lo humano y lo divino, inmersos en los buenos presagios ,con pronósticos que aprovecha el tránsito astral del año que apenas comienza, la velada hizo aguas cuando apareció el sol de los venados.
Según Dalia Reyes, este de La Cabra es un buen año que favorecerá los negocios, alianzas y los proyectos estables. Con un buen espacio para buenas decisiones.
Por: Ramón Darío Castillo