Suntuoso, glamoroso, realmente espectacular, fue derrinado y hoy se encuntra en ese terreno el edificio American Express.
proyectada por el arquitecto belga Jules Dormal a pedido de la Sra. Magdalena Dorrego de Ortiz Basualdo,para sus hijos, todos miembros de las aristocráticas familias porteñas del siglo XIX.
En 1943 muere Elisa Peña de Uribelarrea, parte de la familia, quin ya viuda, y el albacea de la sucesión entra en negociaciones para vender su parte del palacio a la embajada de Rusia, la que finalmente compra la casa de Celedonio Pereda en la calle Rodríguez Peña.
No hubo tampoco mayor interés por parte del gobierno nacional o municipal de comprar la casa. Finalmente, ésta fue demolida y el terreno fraccionado y vendido en tres lotes,
En los dos primeros se construyeron en los años cincuenta dos edificios de departamentos. El tercero con frente a Arenales quedó vacío hasta la construcción del edificio American Express, a fines de los años ’80.
El Palacio Ortiz Basualdo fue uno de los ejemplos más importantes de los palacios y mansiones surgidos a comienzos del siglo XX en los barrio de Retiro, Recoleta y Palermo.
Estas grandes residencias estaban influidas por los gustos de diversas culturas europeas, pero la favorita fue sin duda la francesa, que era el modelo predilecto de las nuevas grandes fortunas agro-ganaderas argentinos. Por eso, en la arquitectura se impuso el academicismo francés de l’ École des Beaux-Arts, estilo preferido también por la Sra. Dorrego de Ortiz Basualdo, que eligió para proyectar esta mansión al arquitecto belga Jules Dormal, encargado de finalizar las obras del Teatro Colón.