Por: Norah Frías Muñoz
La importancia de ser una persona bien educada, a veces no es fácil, ya que hay personas que se nos presentan llenas de agresividad, carentes de todo roce social y cultural…la cultura, la discreción, son bases importantes para establecer círculos de confianza y poder comunicarnos exitosamente con las demás personas. Hay que tener siempre presente, que parte de ser educado es ser siempre prudentes a la hora de hacer pública cualquier información privada de otra persona. Hay que aprender el don de la discreción, que no es cualquier cosa.
Aprender a comportarte en la vida pública, en los medios de transporte en los colectivos, en los trenes, en los taxis. No es cuestión de moda, ser una persona bien educada, los buenos modales, son parte del respeto a ti mismo y a los demás, te abrirá siempre las puertas del éxito tanto en lo social como en lo profesional y en tus relaciones de cualquier tipo, dice mucho de ti, el grado de cortesía que muestres y el conocimiento de la etiqueta en todas las circunstancias. Ahora si ten en cuenta siempre, que ser educado no es ser pedante, hay que tener modales naturales. Caer en la pedantería termina siendo, falta de educación.