Fantasmas de la colonia caraqueña

Fantasmas de la colonia caraqueña

Cada Esquina, cada sitio histórico, cada rincón de la otrora ciudad de los techos rojos o la sucursal del cielo esconde secretos que desafían la razón, fantasmas, leyendas populares, hechos insólitos y paranormales se ocultan entre el caos capitalino conviviendo junto a sus ciudadanos en una perfecta simbiosis fantasmagórica que haría dudar inclusive al más plausible escéptico…

Comenzamos con la Biblioteca Nacional en pleno centro de la capital, allí empleados y vigilantes son testigos casi a diario y a cualquier hora del día de eventos que no tienen al menos en un principio explicación alguna, los vigilantes aseguran que voces les han hablado, de hecho uno de los más antiguos tuvo que salir despavorido ya que esas mismas voces se dirigían a él como queriendo iniciar algún tipo de conversación. Otro de los sitios donde se aprecian fenómenos similares es en la Biblioteca Simón Rodríguez. Su directora comenta que una vez en plena reunión una estantería se vino abajo sin razón aparente y además algunos empleados afirman haber escuchado el viejo piano almacenado en el 3er piso del lugar en horas donde no queda nadie en aquel sitio, afirman de hecho haber visto el fantasma del Conde de San Javier un acaudalado de la época que habitó años atrás en ese mismo lugar, siendo una de las esquinas del centro de la ciudad bautizada con su nombre en honor a aquel personaje que vivió en el siglo XVIII.

La misma ciudad nos da pistas a medida que la vamos conociendo, como el ejemplo anterior basta tan solo mirar los nombres de las esquinas para darnos una idea de lo que allí pudo haber ocurrido, está el caso de La Esquina del Cristo al Revés la cual debe su nombre a un antiguo zapatero del siglo XIX quien afirmaba que castigando a los santos de su devoción obtendría favores de ellos, es así, como al llegar otro zapatero el cual se instaló a pocas cuadras de donde el atendía decidió tomar un viejo Cristo de madera al cual le tenía mucha fe y clavarlo de cabeza, quedando bautizada la esquina de su casa con ese curioso nombre. Otra de las esquinas capitalinas que goza de un nombre tétrico es la ya famosa Esquina de Animas llamada así también desde el siglo XIX ya que en aquel entonces la iluminación era casi nula y mucha gente afirmaba escuchar canticos en altas horas de la noche sin saber la procedencia de aquellos misteriosos sonidos en el sitio donde se erige dicha esquina en el centro de la ciudad.

La Casa Natal del Libertador y el Museo Bolivariano también han sido escenarios de apariciones y hechos paranormales narrados por sus propios guías quienes atestiguan haber visto a un militar con vestimentas de la época merodear por el último piso del museo, o como la vez en que una pareja de turistas le mostró a una guía del museo una fotografía donde claramente se podía ver a una niña de vestimenta antigua jugando alrededor de una silla de madera perteneciente a la madre de Simón Bolívar. Lo Curioso de este caso, es que para los guías no representa ninguna sorpresa ya que hasta el departamento de limpieza estando el museo más que cerrado vieron pies marcados de niño en el piso recién encerado de uno de los pasillos así como afirman escuchar la perilla de la puerta sonar y voces en la salas vacías, se cree que esta niña fue en vida una de las hermanas del Libertador.

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