Han pasado cuatro décadas, de su elección manteniendo en el tiempo su belleza, simpatía y el cariño de este país, que la quiere y la recuerda como lo que es una “Reina de Corazones”. #DeMisses, rinde homenaje a la inolvidable guariqueña en sus 40 años de reinado, a través de esta entrevista.
Ana Teresa nació el 14 de marzo de 1964, en San Juan de los Morros, estado Guárico, es la menor de los cinco hijos del matrimonio conformado entre el Coronel de la Aviación Juan Antonio Oropeza Hernández y Ana Antonia Villavicencio Muñoz de Oropeza. Sus cuatro hermanos mayores son: Elizabeth, Mary Aderhert, Juan Antonio y Dubeth.
Como sus padres tenían una productiva hacienda en San Juan de los Morros, su infancia transcurrió entre el estado Guárico y Caracas. Sus estudios de primaria y bachillerato los curso en la Ciudad Capital de la República.
Creció en medio de la sabana y aprendió a mirar el mar verde desde el lomo de un caballo.
A los 15 años, afloró su interés por la moda, su deseo de lucir elegante, delicada y más bonita. Estas inquietudes la llevaron a inscribirse en la Escuela y Agencia de Modelos Charmante C.A., dirigida por la recordada Josefina Torres, donde se graduó como modelo profesional.
En su carrera de modelo fue la imagen exclusiva de las marcas de pantalones para damas Wrangler, F.U.S y Lois.
Después de haber realizado su desfile de graduación como modelo, Josefina Torres le presentó a Osmel Sousa, quien se interesó en ella, cuando la vio en la pasarela. Ana Teresa contaba con 17 años, desde ese momento Osmel y Josefina se dieron a la tarea de convencerla para que se inscribiera en el Miss Venezuela 1982. Hasta su amiga de la adolescencia Irene Sáez, quien era Miss Venezuela y Miss Universo 1981, habló con ella.
Pero el problema mayor era lograr el permiso de su padre el Coronel de la Aviación Juan Antonio Oropeza, después que Osmel habló con él, y gracias a la intervención de su mamá y sus hermanas, se aprobó su participación.
Bajo la supervisión de sus padres y asesoramiento de su profesora de modelaje Josefina Torres, Ana Teresa, formalizó su inscripción. También lo hizo en compañía de su amiga y compañera de modelaje Tamara Angola, a quien le dieron la banda de Miss Nueva Esparta y Ana Teresa fue asignada Miss Guárico.
El viernes 22 de enero de 1982, en el salón Principal del Club Militar “Los Cocos”, se llevó a cabo un “Gran Baile de Gala”, con motivo de su coronación como “Miss Guárico”.
Osmel Sousa Presidente del certamen Miss Venezuela, le impuso la banda y Miss Venezuela 1981, señorita Miriam Quintana le colocó la corona en compañía del Gobernador del estado Guárico Dr. José Rodríguez Sáez. Desde ese momento acaparó el mayor centimetraje en la prensa nacional resaltando sus atributos físicos, 1,79 m de estatura, medidas perfectas, rostro proporcionadamente bello y 60 kilos de peso, la ubicaron rápidamente entre el grupo de favoritas del certamen.
¿Ana Teresa, cómo manejaste la presión de ser considerada favorita para ganar el título de Miss Venezuela?
La presión fue compartida con otras compañeras que también fueron consideradas con atributos para ganar. La verdad yo, estaba centrada en realizar un excelente papel como candidata, y me enfoqué más en esa dirección. Trataba de no leer la prensa porque, si no tienes una postura emocional fuerte puede ser contraproducente. Tuve la suerte de contar con el apoyo de mis padres, familiares y amigos de verdad. Quienes me dieron ánimo cuando era necesario.
¿Qué nos puede decir como anécdotas de su participación en el Miss Venezuela?
-Me tocó ser muy disciplinada, esto fue una de las recomendaciones de Josefina Torres, quien me llamaba la atención cuando veía fallas en mis apariciones públicas. Me decía aquí no eres modelo, aquí eres una participante de un concurso de belleza, donde tienes que resaltar eres tú, trata de sonreír, de jugar con las cámaras de televisión, de ser una verdadera miss.
-El día de la Presentación a la Prensa, realizada en la piscina del Hotel Macuto Sheraton en Caraballeda, me dio un ataque de nervios, porque yo tenía experiencia como modelo, que es muy diferente a ser miss. Después que termino el programa Josefina me ha llevado a la habitación y me regaño fuerte, me dijo que no había lucido nada bien, que estaba sin fuerza, sin brillo, que me fijará en Amaury Martínez (Miss Amazonas y quien también era alumna de ella), que Amaury, si tenía la proyección y deseo de triunfo. A lo que le respondí, yo te voy a demostrar el día de la elección que la Ana Teresa, que viste hoy, no será la misma la noche final, que se quedará tranquila que no la iba a defraudar.
-En la semana final del concurso y estando hospedada en el Hotel Macuto Sheraton, mi papá habló conmigo para pedirme que renunciara, que yo no necesitaba ganar el Miss Venezuela, que yo era su reina y eso era lo importante, que buscará mis cosas y regresáramos a casa. Mi mamá cuando escucho eso, le dijo tajante “Ana no va a renunciar”, ella no va a dejar esto a medias, gane o pierda termina su participación.
-También tengo otra y fue cuando me tocaba el desfile en traje de baño, yo estaba sentada en mi cabina playera y le dije al camarógrafo que estaba cerca, no sé, qué me pasa, pero que estaba presentando un ataque de pánico. Que no podía ni levantarme ni dejaba de temblar. Los nervios me quieren matar. El camarógrafo preocupado me ayudó, no sé de dónde sacó un vaso que tenia ron y me dijo tomate esto. Bueno esa bebida me dio resultado, porqué salí y desfile con seguridad con una fuerza inimaginable. Con decirles que ese desfile fue donde alcance la mayoría de votos.
-Recuerdo que mi abuela materna María Piedad Muñoz Rengifo, fue mi fan número uno, ella disfruto el Miss Venezuela más que yo. Asistió a todos los eventos y fiestas donde yo fui invitada como Miss. Compraba las revistas y toda la prensa donde le decían que había información sobre mí. Por ella era que me enteraba de las felicitaciones y hasta de las críticas que me hacían.
-En mi último desfile como Miss Venezuela 1982, realizado en el Teatro del Hotel Macuto Sheraton, lo hice vistiendo una hermosa creación de la diseñadora Piera Ferrari, en color rosado y luciendo los famosos zarcillos de coral rosado. Los cuales Osmel Sousa me prestó para esa ocasión. (Estos zarcillos fueron famosos en la década de los años 70’s, porque la candidata que los usaba resultaba la ganadora).
¿Quién la maquilló y le confecciono su traje de gala?
Josefina Torres me llevó desde un principio a la peluquería de Beatriz Morón, estaba ubicada en Las Mercedes. Beatriz fue mi estilista y maquilladora en todo el concurso.
En relación al vestido fue un diseño de Osmel Sousa y confeccionado por Elmar. Era una columna con transparencia bordado con más de 100 mil canutillos en degrade dorado y con un peso de 10 kilos aproximadamente. En el ruedo del vestido Elmar le colocó bolitas de plomo para que con el peso no se arrugara.
Para su elaboración fueron traídas dos maletas con canutillos, desde la ciudad de Nueva York.
Se decidió que fuera en color dorado, porqué era el que estaba de moda en ese año. También para crear un efecto de brillo en el escenario, que con las luces del teatro, se destacara aún más el vestido.
¿Qué premios recibiste, por haber ganado el certamen?
Nada, realmente nada. Ese año no hubo carro, ni sueldo, ni premios especiales. Solo gané el titulo y el gran honor de representar a nuestro país, en el Miss universo.
Te confieso que ese año el carro, lo compré con mis ahorros y mi sueldo de modelo.
¿Quién fue su compañera de cuarto, en Lima Perú, país sede del Miss Universo?
Fue Miss México – María del Carmen López, con quien tuve una agradable convivencia. De hecho yo estuve como invitada especial en el concurso de Miss México que ella ganó.
¿Qué traje típico y de gala utilizó en ese certamen?
Mi traje típico, fue un Liqui Liqui en color blanco sugerencia de Osmel Sousa y confeccionado por Genaro Petaglia un sastre italiano amigo de él, que tenía su tienda en la Av. Fuerzas Armadas. El traje de gala fue el mismo que utilicé en el Miss Venezuela.
¿Que nos puede decir como anécdotas de su participación en el Miss Universo?
-Al llegar a Lima, recuerdo que el cambio de clima me afecto y estuve con malestar general en el cuerpo alrededor de 3 días.
-Tener a mis padres y el equipo de Venevisión cerca, fue un apoyo que agradezco haber tenido.
-Aunque mi participación no estuvo fácil, por ser Irene Sáez de Venezuela, la reina saliente. Traté de dejar una buena impresión como Miss Venezuela. En cada desfile, en las actividades programadas mostraba mi mejor sonrisa, así estuviera cansada. Porqué el agotamiento era fuerte me despertaba a las 4 ó 5 de la madrugada para estar lista a las 7:00 de la mañana, hora en que las chaperonas tocaban la puerta de la habitación para comenzar las actividades y regresaba para descansar a las 10 ó 11 de la noche.
-El día de la elección de Miss Universo se realizó el ensayo general en horas de la mañana, yo fui la miss que nombraron como ganadora. Desafortunadamente en la noche no logré integrar el grupo de finalistas. Pero igual fue una experiencia enriquecedora e inolvidable.
-Yo tengo buenos recuerdos de Irene Sáez, ella siempre fue muy solidaria conmigo. Hicimos varias travesuras juntas. A veces yo burlaba la seguridad para poder entrar a su habitación para hablar y recibir algunos consejos referentes a que debía hacer en ciertas actividades del Miss Universo.
¿Conserva todavía la banda ó el traje de gala?
Después de 40 años, si conservo el vestido de coronación, al igual que el traje que utilizamos en la presentación a la prensa. También la falda con la cual desfilamos en la gala de la belleza.
De la banda la verdad desconozco su paradero, recuerdo que me la solicitaron en calidad de préstamo en la Quinta Miss Venezuela y luego no me la entregaron. Pienso que se pedio.
Ana Teresa, ¿qué fue lo peor y lo mejor de haber sido Miss Venezuela?
Voy a ser lo más sincera posible, lo peor lo puedo describir así, primero la prensa en esa época los reporteros y dueños de medios de comunicación eran duros muy amarillitas. Siempre trataban de resaltar las equivocaciones que pude haber cometido para ridiculizarme, las fotos con expresiones no adecuadas eran las que publicaban, para ellos vender sus revistas con titulares absurdos. Como decir que había estado “Casada”.
A veces se le olvidaba que era una adolescente que cuando comenzó en el concurso tenía solo 17 años y a los meses cumplí los 18 años. La verdad no estaba preparada emocionalmente para enfrentar la crueldad de la prensa y personas malintencionadas.
Otro factor negativo fue la gran presión que al igual que yo, debió sufrir Miss Falcón — Michelle Shoda, ambas fuimos las sucesoras de dos triunfantes reinas internacionales. En mi caso de Irene Sáez, Miss Universo y ella de Pilin León, Miss Mundo. A mí, me buscaron hasta el detalle más negativo por no haber logrado clasificar en el Miss Universo.
Lo positivo, lo hermoso y más valioso las manifestaciones de cariño que en ese momento me dieron mis familiares, amigos y desconocidos. Muestras de afecto que aún 40 años después continúo recibiendo por parte de personas maravillosas, con el valor agregado que muchas de ellas, no habían nacido en ese año.
Tener el honor de representar al país, en ese Miss Universo, certamen donde tú nombre deja de ser Ana Teresa, para llamarte Venezuela, esa distinción no tiene punto de comparación ni precio. Al igual que conocer y convivir casi un mes con 77 chicas de otros países y sus costumbres. Fue una experiencia enriquecedora, en todos sus sentidos.
Aprovecho la oportunidad para aclarar que en ese año, entre Miss Falcón — Michelle Shoda, Miss Miranda — Lilly Protovin y yo, Ana Teresa Oropeza. Nunca existió enemistad, ni odio como han escrito en otras publicaciones. La verdad amigas inseparables no éramos, pero tan poco las grandes enemigas. Esa rivalidad la creo los medios de comunicación, los familiares y los seguidores de cada una de nosotras.
De hecho Michelle que tenía más madurez y dominio en el ambiente artístico en comparación conmigo, siempre me ayudo y apoyo. Contrario a la opinión de la prensa Michelle me cuidaba, cuando teníamos actividades y compromisos como reinas.
También quiero compartir con ustedes una anécdota que me permitió entender el proceso de haber sido Miss Venezuela. En una entrevista que sostuve con el Sr. De Armas dueño del Bloque Editorial con ese nombre. Me dijo que no me preocupara por el qué dirán, o si me había equivocado en unas declaraciones, porque el día que yo muriera, los titulares de prensa iban a ser murió “Miss Venezuela 1982”, que ese titular era más llamativo antes los compradores de los periódicos que escribir “Murió Ana Teresa Oropeza, una buena mujer”. Con esto quiero explicar que cada persona hace su propia opinión de ti, sin importar nuestra esencia.
¿Qué pasó en la vida de Ana Teresa Oropeza, desde que entregó la corona de Miss Venezuela?
Yo entregue la corona en mayo de 1983, luego volví a mi vida cotidiana, discreta porque no estaba en mis planes trabajar en el medio artístico. Aunque tuve oferta para la animación siempre desistí de esa idea.
Comencé a organizar mi boda, la cual se realizó meses después. Los primeros años de casada lo viví en San Juan de Los Morros, con la llegada de mi primer hijo Omar Antonio, regresamos a Caracas. La familia fue creciendo con el nacimiento de mi segundo hijo Gerardo y más tarde Fabiana. Ellos tres se convirtieron en mi alegría, mi mayor y mejor triunfo. Con ellos conocí el verdadero amor, el más grande y sincero que he conocido. Años después me divorcie.
Con la partida de mis dos hijos Omar Antonio y Gerardo al reino de Dios. Nunca me imagine un dolor tan profundo. Mi vida dio un giro de 360 grados. Este proceso de aceptación que mis hijos están en el plano celestial, me llevó a buscar ayuda profesional para enfrentar esa nueva situación de ausencia en mi vida. Una de las recomendaciones fue mantener pensamientos positivos y buscar actividades que me permitieran estar ocupada.
Como siempre he sido una persona creativa, que me encanta la decoración, el diseño, los detalles textiles. Utilicé estas habilidades para crear joyas y bisutería. También accesorios finos para mesas. Así fue como nació la marca @jesuana_design
Luego llegó “Chocolatier Geral”, en honor a mi segundo hijo Gerardo. Aquí desarrollo mi faceta como chocolatera. Me dedico a la fabricación y venta de productos elaborados a base de chocolate, ya sean tabletas, bombones o cualquier figura hecha de chocolate. Para eventos corporativos y otras celebraciones.
Estas son algunas de mis actividades en los actuales momentos. Tanto en Venezuela como en Madrid, España donde vivo algunos meses del año.
¿Qué mensaje le podría dar Miss Venezuela 1982, Ana Teresa Oropeza, al pueblo Venezolano, y a los visitantes de la REVISTA TODO LO CHIC?
Cuando se me consulta, que consejo o pensamiento puedo ofrecer a mis seguidores o admiradores solo me viene a la mente, que la vida a todos en un mayor o menor grado nos pone pruebas ante sí. Pruebas que pueden resultar duras; fuertes o desgarradoras. A pesar de todo ello, jamás se debe perder el amor por nuestro Dios Jehová, ni la esperanza, pues esta es una lucecita que guía el timón de nuestra vida y que nos conducirá a puerto seguro a pesar de la mayor de las tormentas. Es eso que ahora se llama resiliencia y que nos permite crecer al sobreponernos a la adversidad. Esto aplica para todos nuestros ámbitos ya sean personales; situación país o cualquier otro aspecto que se presente en nuestro camino. Así que afronten los obstáculos y reconduzcan sus vidas al logro de sus proyectos y metas. Ayuden y hagan el bien en la medida de sus posibilidades y no hagan mal a nadie. Gracias por tantos gestos de cariño recibidos a lo largo de estos 40 años que forman parte de mi historia como Miss Venezuela.
Por: Tony Hidalgo
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