El Azahar de la India es un arbolito pequeño, y aunque por lo general lo vemos mas bien como arbusto puede alcanzar mas de 5 metros de altura, bien cuidado su copa es muy ramificada y compacta, sus hojas son de un verde intenso y su floración, en ramilletes, ocurre varias veces al año.
Es una planta tropical que necesita mucha luz y exposición al sol y que puede adaptarse a muchas clases de suelos lo que la hace muy versatil y fácil de cultivar, por eso la vemos en muchos jardines y plazas bien sea como arbustos o arbolitos individuales o formando densos setos pues con las debidas podas de formación y mantenimiento son muy dúctiles y se pueden lograr conjuntos muy compactos que las hacen ideales para esta forma de cultivo.
Las flores, pequeñas y blancas y con un muy intenso y agradable perfume, se anuncian con estos capullos verdes que al abrir permiten que los pétalos se desplieguen totalmente hasta el punto de quedar ligeramente curvados hacia atrás, la presentación de las flores en ramilletes en forma casi piramidal explica la segunda parte de su nombre «paniculata» que quiere decir en forma de panícula o pirámide.
Resisten muy bien la sequía aunque hay que ser generosos en su riego para lograr ejemplares grandes y frondosos, también resisten los fuertes vientos pues sus ramas, en general delgadas, son muy flexibles; lo que no toleran en absoluto es el frío, puede que si los descensos de temperatura sean muy ocasionales los logren superar pero en lugares con inviernos prolongados o nevadas no tendrían posibilidad alguna de sobrevivir.
Se reproducen por semilla y por esqueje; tras la floración se da la fructificación en la forma de estas pequeñas bayas rojas que muchos pájaros aprovechan bien como alimento aunque tienen muy poca pulpa; cada baya contiene una sola semilla que al desembarazarse de la pulpa va adquiriendo un color pardo oscuro, casi negro, indicando con ello que han alcanzado su desarrollo y están listas para ser sembradas pero en este punto las semillas son de gran dureza por lo que conviene escarificarlas o ponerlas en agua al menos 24 horas antes de proceder a preparar los semilleros o a sembrarlas directamente en el suelo.
Como a todos los arbustos y arbolitos de pequeño porte les va mucho mejor plantadas directamente en el suelo pues ahí es donde pueden desarrollar plenamente todo su potencial aunque en este caso, por sus características, docilidad y resistencia también se pueden cultivar en maceta manteniéndolo bien regado y podado y mudándolo periódicamente a una maceta mas grande para permitir la necesaria expansión de sus raíces.
En grupos formando setos, individuales o incluso en una maceta en el balcón o la terraza el Azahar de la India siempre será un excelente y acertada elección.
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