Cumplió 70 años el pasado mes de julio y lo celebró por todo lo alto con dos fiestas, la privada entre sus íntimos y una pública que reunió más de 250 invitados y donde estuvieron todos las caras conocidas de la alta sociedad inglesa.
Todos los comentarios sobre su cuestionada persona, han sido revertidos por comentarios gratos y simpáticos, de como es la cabeza de más de 85 obras benéficas, con lo que Camilla ha logrado ser una imagen querida y respetada en el corazón del pueblo inglés, del que muy posiblemente, todo parece indicarlo así, será en algún tiempo, tras el fallecimiento de la actual monarca Isabel II, la próxima reina, en su caso, reina consorte, al lado de su marido el actual príncipe de Gales, heredero de la corona británica.
Será obra del paso del tiempo, de la campaña de la corona por dar a conocer otra imagen de la duquesa de Cornualles, el caso es que su figura ha sido rehabiltada , gracias a su buen humor, su absoluta sencillez y su afecto desmedido hacia sus hijos y nietos, aparte de hacer muy feliz a su esposo que la adora.
El afecto se notó muchísimo cuando se publicaron dos fotografías de Camila, quien es enemiga de pasar por el bisturí.
No es corriente entre los miembros de la Cara Real fotografiarse em jeans, sín pose alguna, mostrándose a sí misma de manera natural, lejos de cualquier protocolo y etiqueta especial.
Dicen de ella quienes han tenido la oportunidad de entrevistarla o fotografiarla, que es “una bella persona, con un sentido del humor maravilloso”.
Camilla concedió hace pocos meses, en ocasión de su cumpleaños, una entrevista al Daily Mail, que se inició con una Camila descalzándose ante la periodista y pidiendo una Coca Cola.
“¿Es usted de grasas a tope o una ‘lady dieta’?”, le preguntó la entrevistadora, a lo que de manera llana y nada sofisticada, Camilla respondió sín titubear: “Oh, totalmente de las grasas. Olvídate de la dieta. Yo lo quiero todo”.