La ínica hija del torero Francisco Rivera y de Eugenia Martínez de Irujo, celebró con una gran fiesta su mayoría de edad, como en du sía lo hicieron su madre y su abuela, la duquesa de Alba
La puesta de largo coincide con la mayoría de edad de las jóvenes y pese a que Cayetana hace casi un año que cumplió los 18, su madre, Eugenia, prefirió esperar un tiempo hasta organizarle la fiesta, que ha sido todo un acontecimiento en la sociedad juvenil española.
La cita, en La Pizana, la preciosa finca sevillana que Doña Cayetana de Alba regaló a su única hija hembra.
Más de 300 invitados, pero mucho más discreta que los 1.000 invitados que acudieron a la presentación de Eugenia Martínez de Irujo hace ya unos cuantos años.
Con un colorido físico que recuerda a su padre, la nueva estrellita de la crónica rosa española, dicen que recuerda en sus gustos y aficiones a su abuela materna, la inolvidable Duquesa de Alba.
De ella ha heredado su pasión por Sevilla, el flamenco y por los caballos. Su deseo es estudiar Administración de Empresas y Relaciones Internacionales, pero ya tiene varias ofertas para ser imagen de algunas firmas, veremos que decida hacer de ahora en adelante.
Es la niña de los ojos de mamá y de papáque pese a estar disgustados y distanciados, ambos con sus respectivas parejas, coinciden en un amor desmedido por la pequeña Tana, como todos la llaman.
La fiesta , todo un éxito, regalo de mamá, contó entre sus invitados a parte de sus tíos y primos maternos y paternos y la presencia de los jóvenez Marichalar Borbón, nietos de los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía, hijos de la Infanta Elena y de Jaime de Marichalar.