Hoy se cumplen siete décadas de la liberación del campo de exterminio alemán por parte del ejército ruso cuando finalizaba la II Guerra Mundial. Hasta ahora no se pudo precisar la cifra de muertos en ese ámbito, convertido en símbolo del terror.
Unos 300 sobrevivientes de Auschwitz regresaron al lugar donde vivieron uno de los peores horrores de la historia humana. A ellos se le unen 11 jefes de Estado europeos, entre ellos los de Alemania, Francia, Polonia, Austria, Bélgica, Holanda y Ucrania.
Situado a unos 43 km al oeste de Cracovia el campo de concentración de Auschwitz fue el mayor centro de exterminio de la historia del nazismo, donde se calcula que fueron enviadas cerca de un millón trescientas mil personas, de las cuales murieron un millón cien mil, la gran mayoría de ellas judías (el 90 %, aproximadamente), además de eslavos y prisioneros de guerra, entre otros.
La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1979, como uno de los lugares de mayor simbolismo del Holocausto.