No es que se trate de que esté de moda, pues más bien era el secreto de los maquilladores.
Más allá de simplemente aplicar base, polvo y colorete, el contour es una técnica del maquillaje, con la que se logra dar dimensión y un brillo saludable al rostro.
Esta consiste en aplicar luz y sombra. ¿Cómo? Para contornear el rostro es necesario utilizar una paleta de correctores que incluya correctores en diferentes tonos, claros y oscuros. La paleta de colores oscuros se aplica a los puntos donde nuestra cara genera sombras, es decir, por debajo del hueso del pómulo, por el puente de la nariz, las esquinas de la frente y en la línea que separa el rostro del cuello, también llamada papada. En cuanto al corrector blanco, cuya misión es aportar luz, se administra en el medio de la frente, en los pómulos y sobre el puente de la nariz.