Día de la «Chinita», la Virgen de Chiquinquirá

Día de la «Chinita», la Virgen de Chiquinquirá

La imagen de la Virgen de Chiquinquirá, ‘La Chinita’, Patrona de Maracaibo, es una pintura al óleo sobre madera resinosa; una “tablita”, cuyas dimensiones son: 26 centímetros de alto, por 25 de ancho y 3 milímetros de espesor. Según la tradición zuliana, la “tablita” fue encontrada por una sencilla mujer, flotando sobre las olas, cuando acababa de lavar su ropa en las orillas del lago de Maracaibo.

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El Hno. Nectario María (1888-1986), en el libro Historia de Nuestra Señora de Chiquinquirá de Maracaibo, relata que “María Cárdenas, una humilde señora que acudía junto con sus vecinas a lavar ropa a orillas del Lago, divisó una pequeña tabla blanca y lisa, pero averiada, en la que nada llamaba la atención.

Llevó la tablita a su humilde hogar, ubicado en el número cinco de la calle que después se llamó, “El Milagro”, y la destinó para servir de tapa a la tinaja del agua de su uso.

Un martes 18 de noviembre de 1709 se encontraba la señora María haciendo sus quehaceres del trabajo que realizaba, como molendera de cacao cuando escuchó tres veces, los golpes que provenían del cuadro. Temerosa se dirigió hasta donde estaba la tablita y se asombró al verla iluminada, para luego apreciar perfectamente la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá.

La señora no pudo evitar tanta emoción y corrió a la calle para gritar: ¡Milagro! ¡Milagro! Los vecinos acudieron a la casa de la mujer y corroboraron la existencia de la sagrada imagen. Muchos certificaron el milagro pues habían visto la tabla con apagados colores y confusos contornos”.

Una vez aceptado el milagro por la Iglesia, las autoridades acordaron llevar la Imagen desde la casa donde había sido iluminada (calle del Milagro) a la iglesia Matriz (actual Catedral). Se cuenta que en el momento de cruzar la vía hacia el lugar convenido, las personas que llevaban la imagen sintieron que un peso inmenso se había producido sobre el retablo que no los dejaba continuar. Finalmente, después de muchos ruegos al cielo y súplicas a la Virgen, uno de los presentes observó que posiblemente la Virgen quería que la llevaran a la ermita de San de Juan de Dios —que está en la misma vía, pero en sentido contrario de la entonces iglesia Matriz— y así se cambió de rumbo, entonces la Santa Imagen se dejó conducir a su elegido aposento, hoy Basílica Menor dedicada a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y San Juan de Dios.

La “tablita” del Milagro presenta dos figuras centrales: La Virgen y el Niño Jesús coronados. A la derecha de la Virgen se encuentra San Antonio de Padua con un lirio floreado en la mano derecha. A la izquierda está San Andrés Apóstol, con un libro abierto en la mano derecha, probablemente de los Evangelios.