Una mesa bien colocada habla maravillas de los anfitriones, o sencillamente de quién tuvo el acierto de poner adecuadamente la mesa en su hogar, para él disfrute de su familia o sencillamente, para su propio placer.
Porque si; es placentero encontrarnos con mesas donde reina el buen gusto, el aseo, y lo elegante, pues serlo no significa gastos y dinero, tampoco lujos; elegancia es respeto por las normas de buena educación y criterio para escoger las piezas que serán protagonistas de cada comida.
Elegancia es sinónimo de buen gusto.
Debemos también comportarnos en la mesa de nuestro hogar, con el mismo orden y gracia, que lo haríamos en mesas ajenas.
Es así como nos acostumbramos al correcto uso de vajillas, cubiertos, servilletas y copas; el uso continuo en nuestra intimidad, nos da soltura y al momento de estar compartiendo en invitaciones en recepciones y eventos, lo haremos todo con la naturalidad y practicidad que da el continuo uso y manejo de tales objetos, que no nos serán en absoluto desconocidos.
Así que comportarnos con similitud en nuestra mesa hogareña a como lo tendremos que hacer estando fuera del hogar.
Todo limpio y funcional..El encanto de una mesa linda es totalmente mágico.
Nos proyectamos a través de ella y dejamos ver mucho de nosotros y nuestra buena educación.
Muy fácil de aprender y muy útil el saberlo hacer; la mesa es el examen obligado que todos pasamos para dejar ver nuestro grado de cultura y discreción.
by Norah Frías – Muñoz