La dependencia afectiva es una de las formas más comunes de arruinar la vida de las personas. Como toda dependencia, el «amor» desmedido lleva a la alienación y la enajenación. Por eso, quien mendiga afecto se entrega por entero a una persona y queda a merced de sus deseos y caprichos, olvidándo.

MERCI M Olivier pour ces nouvelles informations. C’est Intéressant de manipuler et de travailler avec ceci aux etablissements