Cada mes de Marzo, Valencia (España) se prepara para recibir la primavera. Las calles se llenan de alegría y bullicio con la fiesta de las Fallas, exponente máximo de la unión de tradición, sátira, arte y sentimiento por una tierra. Los valencianos viven su fiesta más internacional al máximo, y su carácter llano y amable invita a visitar la ciudad y participar de esta fiesta, que quema todo lo malo y renace de sus cenizas para dar la bienvenida a una nueva estación del año.
Origen de las Fallas
En las calles de los gremios de la ciudad, en vísperas de la primavera, se prescindía del trabajo nocturno y se quemaba a la puerta de cada taller el rústico parot (artilugio de madera para alumbrar). Para alimentar la hoguera, los mismos artesanos acumulaban virutas y listones inservibles junto a trastos viejos que aportaba el vecindario. Posteriormente se animaría el parot con harapos dando aspecto humano, y algún sombrero como cabeza, y así nacía el Ninot.
Sólo falta que esos muñecos, protagonistas de cualquier sainete del barrio, de la ciudad, del país, del mundo, sean puestos en lo alto de un pedestal, para ser vistos mejor. Otro elemento fundamental para comprender el significado de las fallas es el Llibret, que contiene versificadamente “la relació i explicació de la Falla”. Cuando todo esto se produce y combina, ya tenemos la verdadera falla valenciana.
Fuente: visitvalencia.com