Si hay una prenda que triunfa por excelencia en el verano, esos son los mocasines. Este tipo de zapato apareció en los años treinta en Estados Unidos y pronto se hicieron muy populares. De hecho, a día de hoy encontramos distintas versiones como el beefroll (perfectos para llevar con traje o con un atuendo más informal, y en verano son muy socorridos ya que son más frescos que un zapato de cordones) o el tassel (se caracterizan por sus borlas en el empeine y son más altos que los mocasines clásicos).
Independientemente de uno u otro, lo que sí que debes recordar es que si bien se pueden vestir con traje o con ropa más sport, no son aptos para ocasiones más formales como con el chaqué, frac o esmoquin, en los que se tiene que recurrir al zapato de cordones. Además el largo de los pantalones debe de quedar justo a la altura del tobillo de tal forma que no quede estilo pesquero, que indicaría que es muy corto, ni demasiado largo rozando el borde del mocasín por lo que no podríamos lucirlos.
Gucci es sin duda una de las casas ya no solo italianas sino a nivel mundial, que más renombre tienen en lo que respecta al tratado y curtido de pieles y más aun si lo aplicamos al calzado. Sus mocasines con borlas y hebillas, unidos a la archiconocida bandera bicolor junto con el anagrama de la firma, les han convertido en unos bienes muy preciados.