«…Yo quiero escapar de los hombres hasta después de muerto…»
José Antonio Ramos Sucre, poeta venezolano, nació en Cumaná, estado Sucre el 9 de junio de 1890; murió en Ginebra el 13 de junio de 1930, «víctima de su propia soledad».
Olvidado durante algún tiempo es reconocido y admirado internacionalmente a partir de la década de los cincuenta. «Los críticos de su época lo habían definido como un poeta cerebral, impermeable a las respiraciones de la vida, y por tanto, condenado a la creación de paisajes irreales o abstractos. Sus textos permitían adivinar, sin embargo, detrás de un sutil enmascaramiento, una historia de soledad, neurosis y desinteligencia con el medio.