Fue en el siglo XIV cuando por primera vez una mujer pudo ganarse la vida escribiendo. Esa mujer, Christine de Pizan, se convirtió en la primera escritora profesional de la historia gracias a su tenacidad y fuerza de voluntad. No sólo eso, Christine pasó a la historia como una gran defensora de los derechos de las mujeres en la sociedad.
Convertida en una escritora en mayúsculas, Christine de Pizan mantuvo a la familia que le quedaba con su obra. Una obra que pasó de la temática amorosa a temas más comprometidos como la filosofía, la política, la historia, la moral o el derecho de la mujer en la sociedad.
La Ciudad de la damas, su obra más representativa, es un alegato a favor de la mujer para la que reclama un lugar en el mundo, así como una clara crítica a la misoginia imperante en aquel mundo medieval.
Precursora de la mujer actual
Más de cinco siglos han pasado desde que Christine de Pizan reclamara para su género respeto y dignidad. Despúes de todo este tiempo, sigue sorprendiendo cómo en plena Edad Media una mujer no sólo vivió de sus ideas sino que las perpetuó a lo largo de los siglos