En esta celebración, se hace una danza ritual de los llamados diablos danzantes, donde se rinde culto al Santísimo Sacramento y se celebra el triunfo del bien sobre el mal. Para ello los participantes visten trajes rojos, capas y máscaras de apariencia grotesca, que son su sello característico, además de adornos como cruces, escapularios, rosarios y otros amuletos.
Los Diablos danzan al son del repique de la caja, un tambor típico. Bailan por las calles del pueblo para luego arrodillarse al unísono frente a la iglesia, permaneciendo postrados en señal de respeto al Santísimo mientras el sacerdote los bendice.
Diablos Danzantes de Venezuela ha sido declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2012.