Los vinos afrutados, verdaderamente deliciosos

Los vinos afrutados, verdaderamente deliciosos

Un vino, su  aroma como sabor puede traernos recuerdos que nos permiten identificar determinados matices. A hierbas, tabaco, madera, cuero, tierra… o uno de los más buscados: el sabor afrutado.

Los vinos frutales o afrutados con gama de aromas y sabores de un vino para sorprendernos descubriendo en una copa tonos de melocotón, albaricoque, mora, manzana o incluso, algo tan dispar aparentemente como pueden ser los matices de plátano, por lo que nos hacen recordar frutas maduras que, como acabamos de ver, no son forzosamente la uva.

Las uvas más utilizadas para crear vinos afrutados son blancas o tintas, con un predominio importante de algunas específicas para cada familia.

Tipos de uva para vinos blancos afrutados
Moscatel: una de las más aromáticas. A pesar de las notas florales, los matices cítricos y de albaricoque son característicos de esta uva
Malvasía: la ideal para elaborar vinos dulces. Aromas de manzana, melocotón y melón
Verdejo: además de los tonos de hierbas, predominan las notas de pera y manzana
Albariño: más allá de sus fondos florales, destacan la naranja y el melocotón
Tempranillo blanco: una de las uvas más deliciosas de nuestra tierra, y rica en aromas tan singulares como las frutas tropicales, los tonos cítricos y el plátano
Uvas para vinos afrutadosLong Description

Tipos de uva para vinos tintos afrutados
Tempranillo: otra de las uvas protagonistas de La Rioja. Ciruela y cereza destacan sobre el resto de aromas frutales
Garnacha tinta: la segunda más plantada en nuestro país. La frambuesa y la mora son protagonistas de sus aromas
Syrah: fresa y frutas del bosque son sus dos notas frutales características
Pinot Noir: similar a la anterior en matices florales, aunque también incorpora los tonos de ciruela

Pero si hay algo que define a los vinos afrutados es su carácter fresco, sumamente fragante y ligero. Son elegantes, ligeros, siempre chic,  gran parte de los vinos afrutados son vinos jóvenes, aunque se experimenta y crean cada vez más vinos con tiempos de maduración superiores que no pierden ese espíritu frutal tan personal.

Recordemos ene juventud no sigibifica  menor calidad. Los vinos afrutados son equilibrados en acidez, un vino frutal no es forzosamente un vino dulce; ya que son aspectos distintos.

Juventud, potencia aromática y frescura: un trío de ases único para disfrutar de vinos afrutados y todas sus bondades en una copa.