La Corona Británica aporta un dineral al fisco inglés.
Es una monarquía que existe en estos momentos como un espectáculo importante de la tradición inglesa.
Políticamente no tiene poder alguno; pero como portadora de grandes cantidades de libras a Inglaterra, es imposible negar su trascendencia. La otra parte es psicológica.
La Corona para una gran mayoría del pueblo inglés, es su historia, su emoción, sus hazañas y su punto importante de referencia como país; siempre se ha dicho que es tan importante que el día que deje de existir, todas las demás coronas, al menos las europeas, dejan ipso facto de existir.
Hay que abrir la mente y entender cada situación sociológica de los diferentes pueblos. Inglaterra tiene la suya propia y aunque uno ya por siglos pasó a pensar republicanamente, ellos son otro tema y viven sus intereses y emociones de otra manera.
Mañana coronan a Charles III. Y con él su esposa la aristócrata Camilla Shand, pasan a ser reyes de Gran Bretaña. Un acontecimiento especial, un hecho histórico de importancia pues es primero en el siglo. El rey Charles está preparado para sus nada fáciles funciones en un país con los problemas que viven los ingleses, en un mundo totalmente convulsionado y lleno de maldades. Pero él sabrá que hacer y para su bien mental, tiene el apoyo de una mujer discreta y sensata a la que ama profundamente y con quién mantiene una relación fuerte y compenetrada.
Muchos escriben disparates, los insultos no cesan, pero lo que está claro es que se inicia mañana un ciclo de cambios favorables y más actuales en el proceso de evolución de la corona, que dió inicio con la boda del hijo del entonces heredero, actualmente Príncipe de Gales, con una hermosa y elegante chica inglesa, Kate Middleton, totalmente ajena al mundo aristócratico que era el de su difunta suegra, de la reina Camilla y de la ex Duquesa de York, Sarah Ferguson, las tres emparentadas y miembros del mismo grupo social y familiar. Ya el experimento había resultado positivo con el ingreso de Tony Amstrong- Jones cuando casó con la princesa Margaret, hermana de la reina Isabel, que aunque fue un matrimonio que culminó en divorcio, mientras duró fue aceptado y respetado por todos; luego vino el del Duque de Edimburgo, título que ostenta en la actualidad el Príncipe Eduard, hijo menor de la reina Elizabeth, quien casó con Sophie Rhys-Jones, ella ha logrado ser uno de los pilares de la monarquía, por su prudencia, inteligencia, viniendo también de una familia clase media inglesa, y siendo una destacada profesional de Relaciones Públicas.
También la Princesa Real, Anne, caso dos veces con personas ajenas a la nobleza y su segundo matrimonio ha sido otro aporte de seriedad al trabajo representativo de la monarquía. Se modernizo la institución poco a poco y de manos del rey Charles continuará haciéndolo, ya en los recortes en gastos familiares se nota su intención de hacerlo. En fin: vamos a ver otro acto histórico de trascendencia importante y que Dios ayude a Inglaterra.
God save the King…
Norah Frías-Muñoz
Opinión