La antigua iglesia de San José es una de las construcciones con mayor valor en Panamá La Vieja.
Allí ocurrió la leyenda del altar de oro. Cuando se menciona a Panamá, generalmente la atención del turista se centra en sus playas, sus centros comerciales o el famoso canal que hoy está en proceso de ampliación. Sin embargo, si uno quiere saber sobre el pasado de este pequeño país, cuyo territorio perteneció a Colombia hasta hace poco más de un siglo, hay que visitar las ruinas de Panamá La Vieja.
Aunque parecen solo muros abandonados y corroídos por el tiempo, hay que comenzar por entender que fue allí donde se fundó Ciudad de Panamá, por Pedro Arias Dávila, el 15 de agosto de 1519, convirtiéndose en la primera urbe que surgió en la costa pacífica de América, y haciéndose pronto un próspero centro de comercio. La historia cuenta que, después de unos 150 años, en un ataque de cólera porque no halló las riquezas de las que le hablaron en el Atlántico, el pirata inglés Henry Morgan decidió destruir la ciudad el 21 de enero de 1671, situación que la condenó al abandono. Las ruinas fueron declaradas luego por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Lo llamativo de esta historia es la leyenda según la cual en la antigua iglesia de San José había un enorme altar de oro en el momento del ataque, el cual fue hábilmente pintado con cal por los religiosos agustinos, para evitar que Morgan lo encontrara. Fue así que, cuando regresó la calma, fue trasladado a la actual Iglesia de San José, a cuyo alrededor fue trasladada la ciudad hace cerca de tres siglos y medio. Historias como estas son conocidas y comentadas por manizaleños como Néstor Cardona y su esposa Tania Montoya, manizaleños que desde hace varios años viven en ese país. «Todo el mundo aquí en Panamá sabe estas historias y las cuentan con orgullo», aseguran. A Panamá La Vieja se llega fácilmente desde cualquier punto de la actual Ciudad de Panamá, pues de hecho ya está inmersa en el casco urbano.
Allí todavía se observan las ruinas de la iglesia de San José, que actualmente está siendo restaurada, igual que otras edificaciones como el Convento de las monjas de la Concepción, el puente del Rey y la Plaza Mayor, entre otras.