Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo se han vuelto a casar -esta vez en una ceremonia religiosa- en Italia en una boda salida directamente del mejor cuento de hadas. Un escenario idílico, invitados VIP llegados de todas partes del mundo y una pareja muy enamorada, los ingredientes estaban servidos y los novios han sabido cómo hacer en las Islas Borromeas unas celebraciones a la altura de una boda real.
Uno de los primeros en dejarse ver en fue el propio Pierre Casiraghi, que salió del Gran Hotel de las Islas Borromeas con chaqué gris y corbata azul claro, escoltado por sus mejores amigos, que se habían vestido para la ocasión con chaleco amarillo a juego.
Andrea Casiraghi, con su hijo Sasha en brazos, también ha salido del mismo hotel que su hermano junto a su mujer Tatiana Santo Domingo.
También se ha visto a la princesa Estefanía de Mónaco, junto a sus hijas Paulina y Camille, y también a Christian de Hannover -hijo del príncipe Ernesto de Hannover- junto a su novia Alessandra de Osma, una pareja que reside en España.
Un grupo de voluntarios se ha encargado de decorar las rutas previstas por los invitados. Para ello se han inspirado en los colores de la familia de los novios, el rojo y el blanco los colores de Mónaco, que también están presentes –junto al azul- en el escudo de armas de los Borromeo, en donde como curiosidad también figura un unicornio.