Compuesto en el pasado de hatos y pequeñas haciendas, El Hatillo tiene sus orígenes con su fundación el 12 de junio de 1784 por Baltazar de León García.
León García llegó de Cádiz, España y, después de establecerse solicitó el permiso para construir la hoy Capilla de El Calvario, bajo la advocación de Santa Rosalía de Palermo, patrona de El Hatillo, y que tiene su Iglesia en frente a la Plaza Bolívar.
Al pasar de los años, su maravilloso clima de montaña, lo hizo propicio para ser lugar para «temperar» durante el siglo pasado, luego con el crecimiento y expansión de la capital, este formó parte de la vida capitalina, con urbanizaciones como La Lagunita, Oripoto, Los Naranjos, El Cigarral, La Unión, o Corralito, entre otras comunidades o el tan hatillano barrio de El Calvario.
Durante los últimos años, se ha vuelto una zona bastante comercial, sobre todo en cuanto a gastronomía se refiere con gran cantidad de restaurantes que deleitan a los visitantes, especialmente sus famosas chicas y churros con chocolate. Pero esto no ha hecho que pierda su encanto.