Ingredientes
8 yemas de huevo ( se puede reemplazar una yema, por un huevo entero, la clara le da una textura suave y tersa)
1/3 taza de azúcar blanca
2 tazas de crema de leche (espesa preferiblemente)
1 cucharadita de extracto de vainilla o media vaina de vainilla
¼ taza de azúcar blanca (para caramelizar)
Preparación
Precalentar el horno a 300º F (150ºC). En un recipiente, batir los huevos con el azúcar, hasta que esta se disuelva y se torne una mezcla espesa y color amarillo pálido. A parte calentar la crema y la vainilla y mezclar nuevamente hasta que se integren bien los ingredientes. Colar y retirar la espuma o burbujas que quedan en la parte superior de la mezcla.
Dividir la mezcla en 6 ramekins ( o moldes para Crème brûlée). Ponerlos en una bandeja y agregar agua calienta hasta que llegue a la mitad de los moldes. Hornear hasta que coagule en los bordes pero siga suave en el centro al tacto, aproximadamente 50 a 60 minutos. Retire del horno y deje con el baño María hasta que el agua se enfríe. Llevar los moldes a la nevera y enfriar por al menos por 2 horas (máximo resisten dos días refrigerados).
Cuando este listo para servir, a último minuto, agregue 2 cucharaditas de azúcar sobre cada crema, y caramelice con un soplete de cocina, en caso de no tenerlo, llevar al horno en gratinar, a máxima temperatura, hasta que el azúcar se derrita y tome color caramelo. Enfriar nuevamente por unos minutos antes de servir.