Ingredientes:
Un buen pollo troceado
Una cebolla grande
Dos o tres dientes de ajo
Una hoja de laurel
75 gramos de almendras crudas
250 ml de vino blanco
300 ml de caldo de pollo
3 o 4 rebanadas de pan
Pimienta negra molida
Sal
Aceite de oliva virgen
Preparación:
Como siempre ocurre con estas recetas, la cantidad de pollo que vas a necesitar emplear para prepararla va a depender de los comensales que tengas para la misma, por lo que debes ajustar los ingredientes según tengas más o menos comensales. Con un pollo entero de un buen tamaño, sobre dos kilos, tendrás para servir a unas 3 o 4 personas aproximadamente, sobre todo si acompañas este pollo en salsa de almendras con unas patatas o cualquier otra guarnición.
Lo primero que haremos será comprar el pollo ya troceado o bien lo troceamos en casa, como cada uno prefiera. Una vez lo tenemos bien troceado en trozos no demasiado grandes lo vamos a lavar bien bajo el grifo, lo dejamos escurrir y lo salpimentamos al gusto. Al acabar vamos a dorarlo un poco por todos lados en una olla con una buena cantidad de aceite de oliva virgen, hasta que tengamos todos los trozos bien marcados, y entonces los sacamos de la olla para dejarlos reservados en un recipiente.
En ese mismo aceite vamos a sofreír la cebolla pelada y troceada en trozos medianos, con un poco de sal por encima para que se poche bien. La dejamos a fuego medio hasta que quede bien sofrita, entonces la echamos en el vaso de la batidora. En la misma olla echamos el pan para freírlo un poco por ambos lados, para que nos quede bien doradito. Puedes emplear pan normal cortado en rebanadas o si no tienes puedes utilizar pan de molde. Una vez que esté bien doradito lo echamos junto a la cebolla en el vaso de la batidora.
A continuación doramos levemente las almendras crudas a fuego más bien suave, para que no se quemen, y cuando empiece a tostarse las echamos también al mismo vaso de la batidora. Una vez tenemos todos estos ingredientes en el mismo sitio vamos a batirlos bien hasta que queden totalmente triturados y mezclados formando una salsa cremosa y más bien densa, con los trozos de almendras que queden pequeños, para que al comerlos no resulten molestos. Si fuera necesario podemos agregar un poco de agua para facilitar que todo quede bien batido.
Ponemos de nuevo la olla a calentar a fuego medio y agregamos los trozos de pollo que habíamos reservado antes, vertemos el vino blanco, una o dos hojas de laurel, el caldo de pollo y la salsa que acabamos de preparar con la batidora, removemos todo bien para mezclar y dejamos cocinar a fuego medio-suave unos 30 o 35 minutos, comprobando que el pollo está bien hecho tras este tiempo o si necesita unos minutos más, lo que dependerá del tamaño de los trozos del mismo.