6 de Marzo de 1836 en una antigua misión española, en la localidad de San Antonio de Béjar, conocida como El Álamo, en la provincia mejicana de Coahuila y Tejas, hoy Texas, se enfrentaron un grupo de 184 colonos locales contra varios miles de soldados mexicanos liderados por el general Antonio López de Santa Anna… Tres cuartas partes de la población eran de origen estadounidense y deseaba regirse por las leyes de Estados Unidos. Entre los tejanos, poco a poco se había ido instaurando la idea de independizarse de México y formar un Estado. Las luchas se hacían más frecuentes, y, finalmente, la toma por los colonos de la misión fue el detonante de una encarnizada batalla en la que murieron todos los que se habían atrincherado allí. El 23 de febrero comenzó el asedio. 13 días duró, hasta aquel fatídico 6 de Marzo. Aquella noche, mientras los rebeldes dormían, las tropas del general Santa Anna asaltaron la misión dando muerte a quien allí se encontraron e iniciando lo que luego terminó convirtiéndose en una leyenda para los propios estadounidenses. Una leyenda que con el paso del tiempo se ha ido engrandeciendo, hasta ocultar los verdaderos hechos que allí ocurrieron.
Texas no dejaba de ser territorio mexicano hasta entonces. Sin embargo, Estados Unidos de América reclamaba sus derechos sobre aquel territorio; poco a poco, fue introduciendo soldados y colonos que fueron cercenando con ideas de independencia el dominio de México. La inmigración desde EUA hasta la República Mexicana, el contrabando de armas, los esclavos, fueron motivos suficientes para pensar en la intrusión de Estados Unidos en el Gobierno Mexicano. Además, en aquella misión franciscana, los que lucharon en ella, no lo hicieron, como cuenta la leyenda por unos ideales, sino por la búsqueda de riquezas, pues a algunos se les había prometido grandes extensiones de terreno una vez independizados. Tampoco la batalla final fue como realmente se contó, pues sus tres líderes principales, Travis, Bowie y Crockett no tuvieron la muerte que tan míticamente se ha contado en películas. William Barret Travis murió al poco de empezar la batalla, pero sin embargo, se piensa que se suicidó antes de caer prisionero de los mexicanos. Jim Bowie, que padecía de tuberculosis, murió unos días antes del asedio, por lo que ni tan siquiera participó en la batalla final. David Crockett tampoco murió blandiendo su rifle, ya sin balas, como si fuera una maza y embistiendo a los soldados mexicanos. De hecho, según se han descubierto en dos diarios sacados a la luz en 1975, y que, presuntamente parecen ser verdaderos, a Crockett lo encontraron los soldados entre las mujeres, se rindió en cuanto entraron los mexicanos e incluso se auto exculpó diciendo que él no había participado en la batalla. Sin embargo, tal fue la vergüenza por el hecho de que un blanco, David Crockett, se rindiera ante un mestizo, Santa Anna, en una época en que se creía en la supremacía del hombre blanco sobre el negro y los mestizos, estábamos en plena época de la esclavitud, que la historia que se contó en los años siguientes fue diametralmente opuesta a la realmente ocurrida.
Fuera cual fuese la verdadera historia, lo cierto es que el 14 de Marzo de 1836, Texas se declaró independiente de México, y apenas un mes después, en abril de aquel mismo año, Samuel Houston, al mando del ejército de la autoproclamada República de Texas, derrotó al general Santa Anna en San Julián. El mexicano hubo de firmar un armisticio a cambio de su vida, y Texas pasó a formar parte de los Estados Unidos de América en el año 1846…